Los elefantes Mundiales

Alguna vez le preguntaron en el mundial 2006 a Luis Aragones que le faltaba a España para estar al nivel de Francia y el contesto “2 copas de Europa y un Mundial” mas allá de la rapidez mental del Ibérico la respuesta apunta a algo concreto y olvidado por muchos. La mística, para ser precisos la construcción de la mística. Y es que en las competencias mundiales no entra en juego el presente de los quipos (muéstrenme un favorito campeón) sino valores agregados que no son computables, ni medibles. En general el creer popular piensa que las estadísticas de nada sirven, que los fríos números tienen como única función la de decorar anuarios o sostener charlas de café pero que poco aportan al juego en concreto. Lamento contradecirlos pero las estadísticas es lo primero que debe quebrar un conjunto que aspira a ganar el campeonato Mundial. ¿Por qué? Porque mediante los logros como equipo, se va forjando la mística de la camiseta. Pensar que los jugadores de selecciones como Alemania, Brasil, Italia o Argentina no tienen un valor agregado tan solo por ponerse esa camiseta es entrar en un error táctico - psíquico del juego. En general todos los jugadores son fanáticos del juego y todos saben que Brasil gano mas mundiales que nadie, que nuca falto a una cita mundialista (el único), todos saben que Alemania en rara ocasión baja de ¼ de final y que es una de las selecciones que mas finales a disputado con 7 presencias sobre 16 mundiales (Brasil tiene 7 sobre 18), todos saben que Pele el de los 1000 goles es Brasilero, que Maradona el de la Mano de Dios y el mejor gol de los mundiales es Argentino. El mito colectivo dice que Italia jugando mal y sin brillar puede ganar un mundial con los ojos cerrados. Estos son los 4 grandes del mundo y no por casualidad si no que han alimentado el primer fogonazo y han cimentando la mística de la camiseta. Uruguay, Inglaterra, Francia dejaron pasar el tren si bien persiste en el saber popular que son equipos coperos y difíciles, su temor a la camiseta que visten se remonta a gestas pasadas (El Maracanazo o el añejo titulo de 1966 en el caso de Uruguay e Inglaterra) o a un alterne de logros con grandes fracasos en el caso de Francia con Titulo el 98, ultimo lugar en el 2002, final en el 2006 y la casi no cosificación para el 2010. Los 4 grandes forjan su mística desde la regularidad en sus participaciones (ninguno a faltado a la máxima cita desde 1974) Los campeonatos conseguidos (entre los 4 han ganado 14 de las 18 copas disputadas) y además sus jugadores se encuentran en el podio de los mejores de la historia como es el caso de Maradona, pele, Messi, Di Stefano, Beckenbauer, Dino Zoff por nombrar solo algunos. Esta continuidad entre logros o jugadores de nivel mundial (la misma que casi logra Francia de haber ganado el 2006 con Zidane heredero de Platini) es la que hace que los jugadores, aun los mas destacados experimenten una sensación diferente a la hora de enfrentarse a esas escuadras. Aquí es donde el cuerpo técnico debe trabajar sobre el hecho de que esos jugadores son individuos que todos conocen y que muchos han enfrentado aisladamente en sus clubes con saldo favorable. Hay que tratar de derribar esos elefantes que se llaman Brasil, Argentina, Italia… Al igual que hizo Alejandro Magno cuando su caballería se enfrento en Hisdaspes al temor de los elefantes de Paura. Hay que formar la propia mística y solo a partir de ahí se podrá pensar el ganar el Mundial. Mientras tanto los candidatos seguirán siendo los mismos de siempre.