Este es un blog donde la política, el fútbol, la literatura y el cine se ven desde otra óptica aunque suene a un cliché pero como bien decía Hitchcock en ocasiones es mejor partir de un cliché para llegar a algún lado que partir de algún lado y terminar en un cliché y eso es lo que trata de reflejar este blog, que desde un cliché, desde algo que todos creemos comprender o saber se puede llegar a algún lado interesante que nos permita reflexionar. Saludos, pasen y lean a su antojo.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Crimen organizado




Si uno dice “Crimen organizado” se remite indefectiblemente a las películas de mafia Italiana, personajes glamorosos como Lucky Luciano, le dan la mano a mitos como Capone, soñadores como Bugsy Siegel (fundador de Las Vegas) o personajes mas oscuros y complejos como Mayer Lansky. Si soltamos estas cuasi nostálgicas figuras (la propaganda del cine todo lo puede) arribaremos a otras mas pintorescas y “ficticias” como las de la familia Corleonne, pasando por la violencia de Tony Montana y hasta terminar en la “burguesía” de Tony Soprano. De todas maneras es ineludible caer en el estereotipo del Bada Bing y los negocios y ofertas que no se pueden rechazar. Por otro lado si se busca la referencia enciclopédica sobre lo que quiere decir “Crimen organizado” nos encontramos con que este implica que dentro de sus miembros hay personas vinculadas a políticos, burócratas, funcionarios, etc. y de ésta forma logran evitar ser perseguidos o castigados como determina el Estado de Derecho. Además la misma definición nos señala que la diferencia con un grupo criminal es la existencia de vínculos necesarios para evitar ser perseguidos por los delitos que cometen o evitar la pena o castigo de los mismos, mientras que el grupo criminal no tiene estos vínculos.
Puesto esto en claro me permito reflexionar que las Barras Bravas no deben llamarse barras bravas sino Mafias, ya que cumplen con los requisitos para encuadrarse dentro del mundo del Crimen Organizado.
  • Tienen como objetivo delitos vinculados con la extorsión, la venta de drogas, el homicidio entre otros.
  • Cuentan con el Abal de ciertos grupos de poder para cometer estas acciones: Policías que les proporcionan zonas liberadas y acceso irrestricto a donde quieran en un estadio o club. Funcionarios públicos que hacen la vista gorda o proporcionan sustento económico para usufructuar sus servicios, burócratas que traban leyes o benefician con su accionar la aprobación de medidas inertes para frenar los ilícitos y la lista sigue y sigue…
Escudados en un falso amor por colores, clubes o camisetas estos “empresarios del terror” mutan de empresa según les venga en gana y tienen más puntos en común con sus supuestos rivales que con los hinchas genuinos. La prueba mas cercana la vemos en la bomba de estruendo del partido Independiente – Belgrano en donde un hincha de otro club (San Telmo) es contratado por una Barra (La de independiente) para atentar contra su propio equipo ¿Por qué? Negocios señores, sencillamente eso negocios. Por otro lado es llamativo ver a un presidente (me saco el sombrero) como Cantero bancar en una absoluta soledad esta parada como ese mito de Eliot Ness y sus intocables.  Lamentablemente esto es Chicago y no son los 20 y nada se resolverá con una Thompsom y una placa. El fútbol debe dejar de hablar de “Barrras bravas” el fútbol debe pedir ayuda y trabajar conjuntamente entre si y con el estado y la ley. Deben tratar el problema como lo que es un grupo de mafiosos intentando gestionar una organización criminal.  Lamentablemente como hacer esto, no lo se, pero seria una buena idea empezar a tratar el problema en sus conjunto y no individualmente.  Obligarlos a la evidencia, al enfrentamiento… aislarlos y que vayan cayendo por su propio peso.  Quizás el puntapié inicial sea un Ley Federal contra delincuentes organizados como la que promulgo México en el 2010. Quizás.

martes, 6 de noviembre de 2012

Monito las pelotas



Casi como sin quererlo descubrí a Favio con 16 años recién cumplidos, hacia apenas 2 meses que vivía en Argentina y la madre de un ex amigo nos dijo “chicos tengo entradas para una película ¿quieren ir? Así que ahí estábamos 5 pibes de 16 un Miércoles a la noche en Lavalle boludeando en la peatonal y esperando para entrar mientras en la cola y en el lobby del cine mucha gente “famosa” se saludaba. Recuerdo que fue la 1ra y ultima vez que me cruce con Jorge Guinsburg (no sabia quien era) y me pregunte como hacia ese petizo para tener semejante rubia al lado. Entramos últimos, nuestros sitios eran arriba del todo, bien lejos de la pantalla se apago la luz y comenzó la película. No sabíamos que íbamos a ver. Gatica decía el programa. Recuerdo que la critica dijo que era demasiado larga y yo solo quería verla de vuelta, las imágenes de la plaza, la gente, la muerte de Evita y ese primer plano de Gatica gritando ¡Viva Peron Carajo! ¡Viva Peron carajo!. Nunca una película me había llegado tanto, ese peronismo es el que yo mame de chico, esa lucha es la que me crió. No llore porque no se llorar pero recuerdo que me emocione hasta el mismo borde de las lagrimas. Se encendió la luz. Aplauso y ovación cerrada. Me quede en la sala hasta que el acomodador me echo. Esto me pasa siempre que estoy emocionado, como aquella tarde del 0 a 1 en cancha de Velez o cuando nos comimos 5 con Colombia de local. Ya solo, bajando las escaleras me cruce con el actor de Gatica… estaba dando una ultima entrevista a Cronica, feliz, contento, bien empilchado…parecía el Mono y le grite ¡Monito las pelotas! Se rió… me reí… grande Favio te voy a extrañar carajo…te voy a extrañar.