Enganchando lineas

Hay máximas en el futbol como las hay en cualquier estamento de la vida y es que son ya muchos años como para que algo quede que no haya sucumbido al ingenio popular o a la necesidad de cuantificar o esquematizar que los seres humanos tenemos. Esta máxima en concreto dice que las líneas (léase acá defensa, mediocampo y delantera) deben ser cortas porque mientras más espacio existe entre las líneas menos control de pelota propio y mas desbarajuste y caos. La selección argentina tiene un problema con esta máxima y el mismo radica en que si bien la línea de fondo con la de volantes están bastante unidas sobre todo por características de los jugadores, la línea de volantes con la de delanteros adolece de una carencia, de un ser de esos que se extinguen que pueda enganchar ambos sectores de la cancha haciendo de ese proceso algo natural. Esta carencia no está dada porque en el mundo no existan enganches porque estos fueron a mutar en cincos organizadores a la manera de Pirlo en el Milán, Fábregas en el Arsenal o Xavi en el Barcelona por citar solo algunos casos. Jugadores cuya virtud es marcar los tiempos del partido y los tiempos de las líneas. Su secreto pasa por la tenencia del balón y aquí ocurre un pequeño paradigma de esos que tanto abundan en el futbol. Si se sabe que estos organizadores viven con la pelota y subsisten solo gracias a su posesión ¿Cómo es posible que cada vez que la tengan la devuelvan? Si uno sigue la performance de Verón (el encargado de crear el nexo con los delanteros) veremos que la ´´brujita´´ rara vez traslada la pelota, su juego pasa por la dinámica del pase y por marcar las pautas y tiempos del partido mediante el mismo. Si quiere dormir el partido buscara el pase atrás y lateralizar, tratara de engañar a la marca con un toqueteo intrascendente buscando el pase en contada para el pique de sus delanteros o el cambio de 40 metros para algún carrilero o lateral por sorpresa. Pero para estas variables tenemos que tener en cuenta de que el organizador debe tener socios de juego y aquí es donde radica el primer problema de la selección. El socio natural de Verón es Messi pero la posición de Verón y su juego obligaran a la Pulga a recibir 10 metros más retrasado de lo que debería quedando un solo referente de ataque que será Higuain. Sin mencionar que el retraso de Messi en la cancha obligara a este a no desnivelar en el mano a mano si no al menos deberá enfrentarse con 2 marcadores en el camino. La solución a este problema serán las apariciones por sorpresa de Di Maria si la selección aceita este movimiento podrá convertir su principal problema en una virtud. Al contrario de lo que todos piensan la falta de un 9 de área como referencia no será un problema para Messi ya que está acostumbrado a jugar sin él en el Barcelona. Por el contrario la gran virtud de Higuain para este esquema es la capacidad táctica y física del Pipita capaz de picar al vacio los 90 minutos con la misma intensidad y de no dar ninguna bola por perdida; lo ideal sería que el ´´merengue´´ y el ´´cule´´ alternen la posición de 9 y ambos bajen para asociarse con Verón. De todas maneras en un futuro habrá que repensar el equipo con 3 delanteros y sin Verón (candidato natural a salir en un esquema con 3 en el medio y 3 delanteros) mientras tanto nos abocaremos al equipo confirmado para el debut. Resumiendo Verón deberá adelantarse en el terreno haciendo que su sociedad con Messi ocurra más cerca del área rival sino su candidato natural para recibir pases gol será aquél que quede de 9 adelantado (a no ser que jueguen laterales puros) siempre y cuando Messi no frote la zurda y desdibuje cualquier planteo táctico.