Hace tiempo me preguntaba en donde radicaba la virtud de una serie como los Sopranos, mas allá de la mafia, el mundo sórdido y el innegable carisma de Tony Soprano; lo mas entretenido de esa serie siempre fue el carácter de pequeña burguesía que enmarcaba a la mafia de Nueva Jersey. Eran tipos comunes, capaces de adquirir mano de obra pero que debían trabajar con ella (al contrario de la burguesía de las familias de las grandes ciudades como New York), tienen los sopranos costumbres de pequeño burgués, sus hijos van a colegios privados y tienen pretensiones de que hereden su negocio o se hagan profesionales, viven en zonas mas o menos pudientes, maneja sus negocios al frente de ellos y no puede dejar de hacerlo porque sino corre el riesgo de volver al proletariado.
Bien a semanas ya del caso Candela no dejo de sorprenderme (¿asustarme?) de esta aparición en la realidad de una clase marginal, que yo creía mas acorde a la ficción, con rasgos de la pequeña burguesía.
Analicemos el contexto y sus personajes:
La familia de Candela tiene una tía que vive de lo que da un buffet y supermercado de unas canchitas de fútbol y que 2 meses atrás fue secuestrada y pago un rescate de 30.000 pesos para ser liberada, resulta que la señora era la esposa de un “narco” que era hermano de la mama de Candela y que el secuestro fue el 3ro de similares características en la zona (Candela ¿el 4to?)
Bien podemos deducir de esto que hay un grupo que se dedica a extorsionar a la familia de personas que obtienen sus ingresos de un “dudoso” origen.
Ahora yo me pregunto: ¿comandos que actúan como policías y que saben quienes son los familiares de los “marginales”? Si tiene cola de perro, orejas de perro y ladra suele ser perro. Siguiendo esta línea cabe preguntarse quien maneja la droga, los secuestros extorsivo, los piratas del asfalto etc… en la provincia de Bs. As. ¿Alguna idea?
La pregunta entonces es como un 4to caso de un supuesto secuestro extorsivo termina siendo el caso Candela y la respuesta tiene lugar en como se da el correlato de los hechos.
Candela es secuestrada (las hipótesis mas firmen dicen que por un conocido) y pasa algo inédito en los otros secuestros la Directora del colegio de Candela convoca una marcha para pedir la reaparición de Candela este acto enciende la chispa mediática. La madre que no puede estar ajena al carácter del secuestro ya que Candela es hija de un pirata del asfalto que purga condena y su concuñada fue secuestrada hacia 2 meses, decide “sumarse” a este pedido imaginado que tal vez logre recuperar a su hija y no pagar el rescate, lo que no tiene en cuenta es la escalada mediática del conflicto. ¿Por qué? Después de las primarias el sector de los medios busca un “caballito de batalla” para atacar al oficialismo y lo encuentra en una nena de 11 años y excelente alumna secuestrada. Del otro lado la gobernación de la provincia decide combatir el fuego con el fuego y desde el primer momento el jefe de la Bonaerense y el Gobernador de la provincia se hacen presentes desde el primer momento (sus aparatos de prensa también) y deciden investigar el tema poniendo todos los recursos a tal fin con un solo problema es probable que los que investigan sean quienes perpetraron el hecho no directamente pero si pertenezcan al mismo cuerpo. Otro dato no menor es que en la vorágine mediática todos pensaban que la familia de Candela era una familia normal de la pequeña burguesía bonaerense pero nadie se tomo la molestia de chequear sus historias y cuando la escalada mediática llego a ser insostenible se dieron cuenta (oficialistas y opositores) que había un pequeño “problemita” con la familia y que nadie era quien decía ser y todos salieron a despegarse del caso algunos hablando de dejar seguir su curso a la justicia y otros cubriendo otros temas de chicos desaparecidos, pero la metida de pata ya era inevitable. Por otro la do la mama de Candela estaba a estas alturas “jugada” en la reaparición de su hija, no había marcha atrás con la foto de Candela circulando por todo el país, a toda hora y para colmo se había reunido con la Presidenta la apuesta era a todo o nada. Dejando de lado todas las piedras en el camino como obviar la vía del secuestro extorsivo hasta que era muy tarde y darle para adelante con la trata de personas (ignorando el background familiar) o la obstinación de la Bonaerense de hacerse cargo de la investigación del caso, las filtraciones mediáticas permanentes, la aparición y desaparición de llamados de los implicados y un sin fin de desprolijidades por el estilo. Lo más preocupante es que los “asesinos” se “cagaron” (perdonen no encuentro otro calificativo) en todo esto. Los asesinos se cagaron en los medios, en las marchas, en el gobernador, en la oposición, en la Presidenta, en la bonaerense y en toda la opinión pública. Los tipos querían su plata (y hablamos de miles de pesos ni siquiera millones) y su ultimo acto de impunidad no fue matar a Candela sino tirarla a 35 cuadras de su casa. Ahí se terminaron de reírse de todos nosotros. La impunidad y la falta de control de este grupo son para tener miedo y preocupación. Hoy imagino que debe haber cierto sector dentro del mismo cuerpo de perpetradores buscando un chivo expiatorio y la marcha del perejil de los vecinos de Candela me confirma lo que ya suponía; que en el barrio todos saben quienes se la llevaron y si a eso se le suma el rumor de que Candela no era virgen me marca que están dispuestos a cualquier cosa para cerrar el caso por la vía que fuera. Es el caso Candela uno de esos momentos que nos marca realmente lo triste que somos en ocasiones como sociedad y cuan poco sabemos de cómo se manejan las cosas en realidad. Lo único cierto de todo esto es que mas de un asesor de prensa/imagen debe haberse quedado sin trabajo y que la pobre Candela seguirá siendo lo único inocente de toda esta porquería mientras los medios no respetan ni a los niños muertos.
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