Este es un blog donde la política, el fútbol, la literatura y el cine se ven desde otra óptica aunque suene a un cliché pero como bien decía Hitchcock en ocasiones es mejor partir de un cliché para llegar a algún lado que partir de algún lado y terminar en un cliché y eso es lo que trata de reflejar este blog, que desde un cliché, desde algo que todos creemos comprender o saber se puede llegar a algún lado interesante que nos permita reflexionar. Saludos, pasen y lean a su antojo.

viernes, 28 de marzo de 2008

Hombres Lobo


El centro delantero, ese animal misterioso, exotérico casi místico, ese que como una animal de presa ronda el área esperando a que la victima se descuide, de movimientos cansinos, como agazapado, como economizando esfuerzo pero olfateando el aire, con las garras preparadas y el olor a sangre fresca aun en su paladar.

Seres sobrenaturales, dotados por la creencia popular de sobrenombres prodigiosos como “el brujo” Quini o “mágico” González o de nombres de animales salvajes, implacables y que según el folklore Americano están dotados de poderes mágicos ya sea el caso de el “Puma” Rodríguez o el “Lobo” Fisher o por otro lado se les confiere el carácter de “Loco” como es el caso de Palermo y es que todos los apodos tan solo buscan clasificar lo inclasificable, explicar lo inexplicable ¿Qué , como , quien y de que manera se forjan los goleadores?

Goleador se nace dicen los que saben y quizás halla que creer esa máxima pero entonces como se explica que jugadores como el “Turu” Flores hayan hecho gran parte de sus inferiores como defensor central ¿acaso encontró el don durante el transcurso de su carrera? Y por el contrario que decir del “vasco” Arruabarrena quien hasta la 5ta de Boca jugaba de delantero centro ¿entonces? ¿Hay dones más duraderos que otros?

A priori no existe una explicación racional ¿Cómo explicar algo que no lleva un patrón consistente? Podemos encontrar goleadores de casi 2 metros como Peter “La garza” Crouch o insolitos artilleros de medio metro como Romario. Los hay acróbatas, estetas del movimiento como Hugo Sanchez y por el contrario podemos toparos con especialistas del último toque como Lineker con su eterno timing para estar ahí empujando la pelota a la red.

Pero el hombre animal inquieto no puede vivir sin clasificar, porque la no clasificación presupone el desconocimiento y el desconocimiento trae aparejado el caos y ya se sabe que nos, pobres mortales, no podemos vivir en el caos; es por ello que buscamos frases que expliquen la aparición de estos seres prodigiosos y así nos topamos con definiciones como: “Así son los goleadores” y yo pregunto ¿como son? Puede alguien dar un parámetro de definición de estas criaturas… ellos viven y se alimentan del gol se los ve con ojos desencajados como los de Schillaci o con fingida indiferencia como Henry pero todos ellos buscan un bien común que los define no por ellos sino por el objeto en si mismo: el gol… tienen hambre de gol… necesidad de el… lo buscan a todo costa, cueste lo que cueste y en ocasiones hasta pierden el sentido de la realidad con tal de conseguirlo, son en definitiva adictos al gol y quizás aquí termine imponiéndose la creencia popular del primer párrafo de esta nota pero en carácter invertido; ellos (los goleadores) no son brujos sino embrujados, no son hechiceros sino hechizados; padecen sin saberlo un extraño mal, una falta de saciedad que los transforma en bestias del gol, animales de la red, una especie de transmutación que dura 90 minutos y se repite partido tras partido, tras partido como una maldición eterna en definitiva no son mas que licántropos en busca de redención tras una luna llena en un campo verde.

Futbol Libre


¿Que lugar ocupa el "floklore" dentro del fútbol?, ¿Cual es el limite entre férrea disciplina y fluida fantasía? ¿El futbolista necesita de la rigidez de un sitema o por el contrario la libertad hace que alcance su plenitud? La respuesta fácil nos conduce hasta una combinación media de ambas tendencias ¿pero entonces? se busca ¿ganar o gustar? ¿Perdurar o diluirse? pongamos como ejemplo al pentacampeon mundial (y de ahora en mas hablaremos de selecciones mundiales porque hablar de clubes es mas relativo y quizás menos finito) ¿que selección piensan ustedes que en Brasil es mas recordada? La lírica campeona del mundo en el 70 o la pragmática que devolvió a la verdeamarela a los primeros planos en el 94. No discutimos que ambos campeonatos cuentan y suman, como tampoco discutimos la posibilidad de que equipos con el Brasil del 82 sean más que el de Korea-Japon aun sin haber ganado nada. La verdadera discusión, la temática en sí pasa por la búsqueda final de la esencia del fútbol. La inmediatez, su carácter desenfrenado, devorador nos conduce hacia una respuesta vertiginosa !El resultado manda! pero esa respuesta que por inmediata parece irrefutable y casi verdadera cobra otro cariz con el paso del tiempo y de la historia. Lo cierto es que el común denominador de hinchas Brasileros hincha el pecho cuando recuerda el ataque de Jairzinho, Tostao, Pelé y Rivelino y pocos revindican lo hecho por Romario, Bebeto y C&A. Pero no nos apartemos del tema principal, ¿táctica y disciplina o espíritu libre y condiciones naturales?

Una pequeña lucha de valores propia quizás de una franja de jóvenes setentistas marchando por la paz en Washington DC más que de un deporte como el fútbol

La realidad nos marca que ambas formas son plausibles de conducir al éxito o al menos así aparece a priori en las estadísticas pero lo cierto es que quizás el ultimo equipo que desparramo ese “espíritu libre” dentro de un terreno de juego con cierto grado de efectividad fue la Holanda del 74 (¿Existen los campeones morales e aquí otra gran pregunta digna quizás de otro articulo?) después la historia nos demuestra que los campeones han sido o equipos sin fantasía pero sólidos (Alemania 90 o Italia 2006) o por el contrario equipos signados por el esquema pero vinculados a la performance de un crack (véase la Argentina de Maradona en el 86 y el Brasil de Romario en el 94)

¿Entonces que nos queda?

Algunos me hablaran de Bielsa y su fútbol pero el control de balón y el volumen de juego no entran dentro del fútbol “libre” la virtud de Bielsa es justamente la disciplina táctica en post de desbordar al rival a fuerza de la mayor jerarquía técnica pero siempre partiendo desde el rigor táctico para culminar con el desequilibrio individual.

¿Entonces? ¿Esta el fútbol “libre” condenado a desaparecer? ¿No supo aprovechar a su momento de coyuntura (¿quizás los 70 y mitad de los 80?) para transformar su entorno y al contrario se dejo domar deviniendo (igual que aquella generación de hippies protestotes) en un fútbol de yuppies para terminar siendo un fútbol “salvaje” devenido ahora en un fútbol metro o tecno-sexual (de la mano del gran David Beckham ofcurse)?

La respuesta quizás nos la de el próximo mundial, o la próxima generación de jugadores o de entrenadores (si logran renovarse como parece que tratan). Yo mientras tanto seguiré buscando una respuesta a este fenómeno llamado fútbol.

Leccion Apache


“Cuando uno ve a Tevez en el West Hamp no puede evitar pensar que esta perdiendo el tiempo” – la frase pertenece a Jorge Valdano y retrata una realidad que quizás comparta el 99,9 % de aquellos que admiran al jugador argentino. Todos (y me incluyo) queremos ver a Carlitos desparramar su fútbol en un club que le brinden mas armas que un pelotazo del arquero o un pase de Boby Zamora. Es por ello que en un acto de prepotencia o de deseo intimo nos animamos a decir que el club Londinense le queda “chico”, en una clara demostración de arrogancia o egoísmo nos decimos (nos mentimos) diciendo que el “pobre” de Carlitos esta confiando en un club mediocre, preso de un esquema mediocre, rodeado de compañeros mediocres.

¿Qué hace ahí? ¿Por qué no se va? ¿no se da cuenta de que esta tirando su carrera por la borda? y así seguimos soberbios, egoístas pensando, afirmando, suponiendo que el crack de Boca, el conquistador de Brasil piensa como nosotros. No asumimos la mas clara de las realidades, la mas cruda de las lecciones aquella que desconocemos desde nuestro fervor, desde nuestro ¿amor? Por el fútbol de Sir Charles; una lección que el joven de Fuerte Apache tiene mas que aprendida, la humildad.

Las batallas se luchan de a una y hoy esa batalla lo llevo a Inglaterra y al West Hamp. Mientras todos sus detractores se ríen de ese destino, mientras todos lo que lo seguimos nos rasgamos las vestiduras por su futuro Carlitos nos muestra la mas clara de sus enseñanzas, esa que lo llevo a ganar todo en Boca (cuando Bianchi no lo tenia en cuenta), aquella que lo llevo a conquistar Brasil (cuando el medio, la gente y sus compañeros no lo aceptaban) y esa que lo deposito en Inglaterra, la humildad, la sencillez, el día a día.

Para Carlos (ya hombre)es lo mismo jugar con Boby Zamora que con Riquelme, para Carlos Tevez es lo mismo encarara a la defensa del Manchester con la casaca del West Hamp que con la del Corintias, Él se brinda completo, como se brindaba en los torneos de barrio o en la selección mayor. Tan solo sale y juega, en su entorno el no se siente superestrella, es tan solo un jugador de fútbol. No siente que no lucha por nada, su lucha es la lucha del club que le brinda cobijo a el y a su familia, la asume como suya y la siente como suya. Por eso ese grito de gol sumergiéndose en la gente (quizás el mejor festejo que este humilde servidor haya visto jamás) después de su primer gol en el club y por eso esta recta final en post de mantener la categoría tiene el mismo valor para el argentino que un Barsilerao o una Libertadores porque sabe asumir los retos de a uno y sin sentir que son pasos atrás. Gracias Sir Charles por mostrarnos el camino correcto gracias por esta sencilla lección de humildad.

Sin excusas


No creo en los estigmas, no existen la maldiciones de pasar ¼ de final, no hay mala suerte y manos negras... no creo que si Tazzoti no le hubiera roto el tabique a Luis Enrique la cosa hubiera sido diferente (aquélla España no era mas que Brasil o Argentina), no creo que si no anulaban los goles (legítimos) de España contra Corea la cosa hubiera sido de otra manera (¿Era España mas que Brasil?), nada se le puede achacar a la España que se vio sobrepasada por Francia en Alemania, ni siquiera la culpa es de los diarios que quisieron jubilar a el “viejito antes de tiempo”. Los problemas no vienen por una Liga plagada de estrellas extranjeras o comunitarias y la escasez de “nacionales” de alto rendimiento, sino que le queda a jugadores de la talla de Xavi, Pujol, Casillas o Raul (o no han ganado todo lo ganable a nivel clubs teniendo fuerte injerencia en esos logros); ya ni siquiera se puede hablar de que el jugador español no triunfa en las otras ligas de Europa sino miremos a Reina o Luis Garcia o el jovencísimo Fabregas...

¿Entonces? ¿Qué queda?

Tranquilos hay mas excusas pero todas ellas a mi entender rebatibles ¿cómo era eso de que faltaban jugadores en puestos claves? ¿No se soluciono nacionalizando ah quien hiciera falta? ¿No jugo el Argentino Pernia de tres contra Francia y no fue Marcos Senna como variante de volante central al ultimo mundial?, ¿No supo jugar Pizzi (un Pizzi Pichichi) como delantero centro de la Furia? ¿No tuvo España su mundial como organizador, el mismo que tuvieron Uruguay, Inglaterra, Francia e Italia por citar solo aquellos países que lo ganaron? El tiempo corre y vos qué seguís buscando justificaciones te das cuenta que no te quedan muchas...

¿Cuál es el problema entonces? ¿Los dirigentes? ¿Los entrenadores? Y... podría ser pero otra vez la excusa se derrumba ¿O no gano Rafa Benitez la Champions con el Liverpool? Y aquellos dirigentes que se les achacaba que España siempre era desfavorecida en los sorteos mundialistas ¿no consiguieron que España fuera cabeza de serie? ¿No le allanaron el camino con un grupo anodino hasta los 1/8? ¿Cómo iban a saber ellos que Francia no clasificaría primera de grupo?

El problema de la selección Española se resume en una frase simple que recito alguna vez el mejor arquero de su tiempo[1] “Tu no has ganado nada” y eso lo saben los jugadores y lo sabe el cuerpo Técnico aun resuena en mis odios la contestación de Aragones ante la pregunta ¿qué les falta para ser como Francia? y Aragones contesto: “1 mundial y 2 copas de Europa”

Parece mentira pero es la pura verdad. Ustedes podrán no quedarse satisfechos con esta verdad simple desarraigada pero no por ello dejara de ser lo que es.

Hay un problema de actitud pero entendiéndose por actitud no la voluntad de ganar que ponen los jugadores en el terreno de juego, ni la de los técnicos a la hora de plantear los partidos sino la voluntad del conjunto. Porque una selección son mas que 22 jugadores convocados, una selección es mas que un himno, una selección esta formada por la mística de un pueblo, por los ecos del recuerdo de todos aquellos que alguna vez vistieron la camiseta de su País, por todas aquellas gargantas que aun gritan los goles de Camacho, de Quini, de Michel y que quieren gritar hoy los de Villa o Torres. La voluntad de un pueblo de ver las cosa en su justa medida y darles el valor necesario hoy y hasta que la historia demuestre lo contrario España no es cabeza de serie, España no es mas que Francia o Inglaterra porque para ser mas que ellos no basta con demostrarlo en el terreno de juego en un partido o una eliminatoria, hay que demostrarlo en las grandes competencias es ahí donde se dirime la justa medida de un equipo en relación con otro (basta de rankings mentirosos) y si en estos torneos comienzan a ganarle a las selecciones “fuertes” les aseguro que dentro de poco a nadie le importara si alguna vez perdieron un partido inaugural con Camerún porque cuando se quieran dar cuenta estarán jugando la final con Alemania y habrán dejado en el camino a Brasil e Italia.

Por ello, y para redondear, España debe de dejar de jugar grupos con Malta, Andorra y San Marino para enfrentar a equipos de jerarquía la solución es medirse con al Elite no con selecciones de bajo estándar y hacerlo en las mas altas citas del fútbol como lo son la Eurocopa y el Mundial.


[1] Chilavert

¿Egoismo necesario?


Según el filosofo francés André Comte-Sponville “el egoísmo es lo que mueve al hombre”

Una visión compartida en algunos puntos con Karl Marx, leo la frase y me pregunto, en ese afán que me lleva a intentar analizar el fútbol en busca de su explicación; de encontrar aquello que lo hace sobre todos los deportes el mas popular, el deporte rey, el deporte Dios (para los mas desmemoriados recuerden mi columna de hace algunas semanas atrás “El secreto”) yo que soy tildado de sentimental, de romántico, de lírico me pregunto: ¿No estaré equivocado? ¿No tendrá razón este francés (quien seguramente sea infinitamente más culto que mua) al afirmar que la fuerza motora que guía la humanidad es el egoísmo?

¿Quizás esta sea otra forma de explicar el fútbol? El fútbol visto no desde la simpleza sino desde el cauce del egoísmo eso explicaría el porque de su triunfo sobre otra clase de deportes.

¿Es el fútbol movido por el egoísmo?
Debemos de admitir que de los deportes de equipo quizás sea el de menor preponderancia como “equipo en si” ¿cuántas veces hemos visto ganar un partido a un plantel de menor jerarquía tan solo por el destello de 1 o 2 individualidades superlativas? Basta recordar el Nápoles de Maradona o la ultima selección de Francia de la mano de un Zidane inspirado, que hablar del Villareal de Riquelme que duro en la Champions lo que le duro la gasolina al ex boca.

Acá vendrán las críticas diciendo que un equipo se hace de atrás para adelante, que si el negro Enrique no hubiera robado la pelota para entregársela a Maradona no existiría el segundo gol a los ingleses y un sin fin de ejemplos mas. Estamos de acuerdo que para ganar campeonatos necesitas 11 jugadores dentro del terreno de juego pero acá apuntamos a otro aspecto del juego, al de su espíritu.

¿Existe otro juego donde tanto la platea, los periodistas y hasta los propios jugadores le reclamen a un determinado compañero “mas egoísmo”? ¿Cómo? ¡Si! O nunca se han encontrado gritando ante un pase a tras de un delantero el famoso “!Pero definí vos!” “Patea vos” ¿Donde mas miles de voluntades se amontonan esperando que el 10 propio tire una gambeta de mas en desmedro de la jugada solo porque nos gusta ver humillado al defensor que le salió al cruce?, ¿En que otro deporte uno se regocija con un enganche una pisada, un regate que dejo mal parado a un rival pero que de haber sido un toque de primera quizás hubiera entrañado mas peligro para el arco rival?

Aun suenan frescas las palabras de Samy Eto’o sobre Gudjohnsen “para ser un grande le falta un poco de egoísmo”

Ser menos egoísta, lo que en cualquier ambiente seria considerado como una cualidad, bajo la orbita del balompié es plausible de critica hasta de debilidad. ¿Puede alguien nombrar un grande de este deporte que no pueda ser tildado de egoísta? ¿No es un clásico insulto de niño el grito de “lárgala morfon”? ¿Y este reclamo no era por lo general dirigido a los mejores jugadores del grupo?

Parece ser que el mundo se rige por un individualismo fulgurante y que le fútbol no es mas que el fiel reflejo de este afluente o quizás no, deberemos estar atentos y buscar otras alternativas a la fría opinión de este filosos francés pero por el momento y hasta nuevo aviso les dejo la inquietud de comprobar si está en lo cierto o no.

Lideres


Los jugadores distintos, estandartes dentro del terreno de juego.

Aquellos “motivadores” esos que “contagian” los que toman la lanza y cargan con el equipo al hombro cuando las papas queman. Cuantas mas frases hechas, cuantos mas adjetivos se podrán usar para clasificarlos... pero ¿existen o son una mentira mediática, un recuerdo de antaño, nombres y figuras de una época en el que fútbol era mas juego y menos negocio?

Max Weber identificó 3 tipos de liderazgo:
- El liderazgo carismático.
- El liderazgo autoritario.
- El liderazgo legal burocrático.

Y sobre el carismático nos dijo ”el carisma puede ser despertado solamente” y “probó”; no puede ser “docto” o “enseñado”
Es por ello que los lideres carismáticos lo son aun sin quererlo, en ocasiones acompañan esa cualidad con la oratoria pero en el mayor de los casos predican con el hecho. Hacer para que el resto replique, gestar para que el resto se afiance.
Muchos podemos recordar a Beckenbauer jugando el mundial 1970 con el brazo en cabestrillo o a Maradona en Italia 90 que según palabras de sus compañeros tenia el tobillo izquierdo “hinchado como una mandarina” y debía infiltrarse antes de cada encuentro. ¿Son necesarios estos gestos? ¿qué aportan además de fútbol estos personajes?

Cuantas veces hemos visto caer a una escuadra cuando su jugador emblemático sale lesionado o es expulsado y por el contrario en cuantas ocasiones un equipo de paupérrimo rendimiento sufre una inyección anímica por la inclusión de su jugador estrella. Que otra explicación tenemos para que entrenadores dejen en el terreno jugadores luxados o casi rotos en vez de poner otros al 100% de sus cualidades físicas. Estos lideres poseen el misterioso don de contagiar tanto a sus compañeros como a la afición , poseen un aura que hace que el contrario se intimide, ejercen una influencia tan poderosa que un equipo que controlaba un partido puede súbitamente proceder a la debacle.

Pero aun no respondemos la cuestión ¿quedan aun lideres así? Desde el juego si los hay y un ejemplo claro es Ronaldinho quien contagia desde la actitud y su magia, pero no siempre el líder carismático es el generador de un fútbol fantástico sino que les quedaría a jugadores como Hierro (no es coincidencia que uno de los peores lustros de la historia merengue coincida con su retiro) o Chilavert.

Hay por supuesto, en estas canchas nuestras un sinfín de pantomimas de lideres, jugadores que quieren asumir el riesgo de ser la punta de lanza de su equipo pero al que el “don” no les ha llegado y por lo general terminan convirtiéndose en una suerte de anti-lideres que con sus gestos y actitudes no hacen sino sembrar el descontento y el nerviosismo entre sus compañeros y la platea. Porque la mayor virtud del líder carismático no es su actitud (pues en muchas ocasiones ellos mismos la desconocen) su secreto, aquello que les da el valor añadido radica en su capacidad de convencimiento. Es así que los reclamos airados al arbitro que en un líder muleto despertarían una silbatina de reproche y por el contrario en un líder natural, un líder carismático levantan al publico y convencen a mas de un periodista.

Son ellos los héroes de antaño, los últimos baluartes aquellos que juegan con el valor añadido que le dan los años, que ha aprendido a querer a su club como a su casa (aun viniendo de otros lares) aquí es fácil señalar casos actuales como del Barros Schelotto en Boca o Cuauhtemoc Blanco en el América de México.

Difícil señalar jugadores jóvenes con talante de lideres pero que los hay los hay tan solo hace falta despertarlos.

Factor Suerte


¿A qué se le llama triunfar en el exterior? ¿A qué responde el triunfo? ¿Pasa el mismo por una cuestión meramente individual de un jugador, habiendo después un triunfo colectivo, o al contrario: si no hay triunfo colectivo, no hay nada? Si es así, ¿a qué responde el triunfo colectivo? Existe un triunfo diferente acorde a las distintas categorías de los equipos.
Se puede decir de esta manera que lo que para equipos como el Villarreal es algo inédito y sin parangón (clasificar para la Champions, estar en las Semifinales de esta competencia y haber sacado al goleador del torneo en la temporada pasada) es para clubs como el Milan o el Real Madrid una triste performance. Podemos decir que jugadores como Riquelme fracasan porque no triunfaron en el Barcelona o por el contrario podemos decir que triunfaron porque se abocaron a un proyecto colectivo en pos de resultados extraordinarios. Sin duda muchos dirán que Saviola fracasó en el Barcelona (mas allá de sus 50 goles con la casaca blaugrana) y que se fué al Sevilla a vivir de su efímera fama pero ahí habría que sacar a relucir otra prerrogativa (que es la de sumar minutos para poder estar físicamente en condiciones para el Mundial) y si a eso le sumamos que están en semifinales de la UEFA, hablar de fracaso sería por lo menos cuestionable. Otro tanto ocurre con Aimar: 2 títulos de liga con el Valencia y alguna final de Champion perdida. Si a todo esto le agregamos que fué titular con cuanto técnico pasó por la entidad Valenciana y que Rafa Benitez se lo quiso llevar al Liverpool en más de una ocasión, no sé si podemos hablar de fracaso. Quizás su mayor falencia sean las lesiones pero eso ya es harina de otro costal...
En cuanto a jugadores como Galetti hombre clave en la obtención de la Copa del Rey ¿algunos aventurados podrían decir que fracasó? Y qué decir entonces de Gabriel Milito, que por no jugar en el Madrid pasó a c onvertirse en hombre inamovible de la defensa del Zaragoza. ¿Fracasó Diego Milito yendo a jugar a la B italiana? ¿Y que me dicen de Franco, que apenas vislumbraba futuro en la Argentina, se fue a México, redescubrió su posición y ahora jugará el Mundial para la Tricolor?

A qué se apunta con este extenso post que parece ser una defensa de jugadores y no es nada más lejano que eso. Este post apunta a que los jugadores dependen mucho no de sus cualidades técnicas sino de su suerte: en qué equipo caigan, cual es la filosofía de juego del entrenador, de sus compañeros, cuales son los objetivos a corto plazo. Como en match point (Woody Allen) la pelota puede pegar en la red y caer de tu lado o del otro; podés ganar el partido o perderlo y no depende (en ocasiones) de tu calidad como jugador sino de factores externos meramente ligados al azar.
Si Kluivert hubiese definido en Milan el pase de primera que le dió Riquelme y el Barcelona hubiese pasado de ronda (2002?) quizás su suerte hubiera seguido ligada a la casa catalana. Si Milito hubiese pasado la revisión medica (igual acá creo que fue cuestión de internas de la CD) no habria ganado la Copa del rey y estaría inmerso en el caos de la casa blanca y si... y si... y si...

Sofismo a un penal en la Champions.


Pequeños grandes momentos, de ellos esta plagado el fútbol. Interminables circuitos de pases, desmarques, frenadas y piques cortos tienen como objeto construir un pequeño momento: una oportunidad de gol. Este colosal y monumental esfuerzo colectivo, que está plagado en su construcción de desempeños individuales (algunos brillantes y otros no tantos) no busca el gol como finalidad: el gol será la decantación natural de una oportunidad de gol bien ejecutada. Más allá del arquero quien quizás sea el único capaz de confrontar tamaño esfuerzo colectivo con una acción individual y aun así, si la acción fué bien ejecutada, con la justeza que la misma requiere esta tan solo puede devenir en gol. ¿Y si pega en el palo? ¿Y si rebota en un compañero? ¿ Y si se frena antes de traspasar la línea? Si cualquiera de estas variables, o algunas otras, se suceden en la acción entonces la misma no ha sido bien ejecutada, o no lo ha sido en su perfección , en su todo.
Ahora la plenitud del esfuerzo que demanda la gestación de una oportunidad de gol en su variable última está sometida al ejecutor del toque final. Es por ello que la acción del jugador que concreta la jugada suele ser la más recordada (para bien o mal) sin ser (en ocasiones) en la cadena de construcción la más vistosa y ello explicaría también por qué el esfuerzo del portero (único jugador en el terreno que depende plenamente de su individualidad) por parar todo este engranaje de voluntades colectivas, suele ser el depositario de todas las alabanzas y desahogos de sus simpatizantes. Ambos (definidor y arquero) tan solo son el último exponente visible de una ansiedad acumulada en un lapso de tiempo determinado (la gestación de una jugada de gol puede variar de 1 segundo a 90 minutos aproximadamente) y por se transforman en espejo sobre el cual reflejan sus frustraciones o festejos los hinchas según sea el resultado de la oportunidad de gol.

Una apostilla al respecto: las variables aumentan según los riesgos que asuman los jugadores en la diagramación de las mismas. A mayor intervención mayor probabilidad de equivocarse.

Una paradoja: El gol suele tapar todos los errores y defectos acumulados en el partido o en una seguidilla de partidos y en su defecto la falta del mismo por un tiempo mas o menos prolongado puede dar por el suelo con las conquistas de los últimos 5 años (para mas información ver Real Madrid)

Un ejercicio de autocritica


El otro día en una conversación con un amigo le pregunte quien era el mejor jugador que había visto en una cancha esperando una respuesta clásica y me desayune con un "El Tecla" Farias (amigo pincha por supuesto) esta revelación me hizo reflexionar.
Por lo general uno se llena los ojos y la boca diciendo que jugadores de la talla de Maradona, Ronaldhino, Zidane etc... son los mejores jugadores del mundo (seguramente lo sean) pero la mayoría de las referencias que se puede llegara tener de ellos (a no ser que seas fanático del Barcelona, el Madrid o el equipo en cuestión) son las que nos llegan por la Tv., los diarios, la Internet o lo que es lo mismo una realidad acotada de su verdadero potencial. Pero para hablar del mejor jugador que se vio dentro de una cancha tenemos que barajar mas variables que la que nos muestra un resumen en ESPN o la cámara cada vez que enfoca al jugador que lleva el balón. Aquellos que solemos ir a la cancha sabemos que hay una variedad de matices que no lucen y que no se ven pero que resaltan y engrandecen la performance de un jugador. Por ello para evaluar cual es el mejor jugador que uno vio dentro de una cancha hay que ver en el contexto que juega dicho jugador (no es lo mismo el Milán de Arrigo que el Ferro de Griguol) dentro del mismo; cual es su rendimiento individual y su funcionamiento colectivo, si aparece o desaparece en los momento calientes , si la pide o se esconde detrás de su marcador. Si pica generando el hueco, arrastrando marcas o por el contrario espera parado a que le llegue la balón. Si marca o decide que lo suyo es solo jugar. Si sabe poner el cuerpo, usar los codos, generar vació... Estas y 1000 variables por el estilo solo se pueden observar en la cancha porque es allí donde uno suele quedarse mirando en ocasiones cosas que van mas allá del transcurrir del juego (léase por donde va la pelota) en ocasiones uno se queda estudiando como se para la línea de cuatro, como releva el 5, si el lateral se manda o no y cuando lo hace, como se para los centrales con respecto a la posición del delantero en un corner y viceversa. Es allí en ese transcurrir diario (semanal si se quiere) que uno puede durante un tiempo mas o menos prolongado (recomiendo por lo menos un campeonato entero) definir cual es el mejor jugador de un plantel y con el paso de los años y de los jugadores formarse un juicio sobre cual es el mejor jugador que se vio dentro de un terreno de juego. Yo lo hice, pensé y analice mi experiencia y el resultado fue interesante hasta la semana pasada pensaba que el mejor jugador que vi dentro de una cancha era Maradona (vi un ciclo en Boca, Newell’s algún partido en el Barcelona y su ultimo momento en la selección) y después me di cuenta que no, que no lo había visto lo suficiente y que mi elección estaba basada en su mística, los video y sus logros y no en mi experiencia, hoy no me cabe duda que el mejor jugador que vi en mi vida esta entre Julio Salinas y Guardiola.
¿El suyo?

El futbol vive


La creencia popular nos dicta que durante años el Mundial de fútbol, el mundial deportivo por excelencia, ha sido bastardeado, ensuciado por no decir ultrajado en sus mismas raíces. Aquel acontecimiento que creó Jules Rimet esperando con él fomentar la practica del deporte y junto con ello valores como el honor, la lealtad, la sana competencia… Ha ido, como la mayoría de los ideales, perdiendo el lustre, el brillo para ser opacado por el mercantilismo.
Desde la Italia campeona haciendo el saludo fascista, pasando por los diversos boicots de los bloques del este o el oeste, hasta el lamentable pan y circo del 78 y la “manito” del 90 para que una Alemania recién unificada pudiera amalgamarse detrás de un triunfo deportivo (pegamento que no dura pero confunde). La copa ha sido y será mancillada.
Entonces se impone la pregunta ¿Cómo sobrevive? ¿Cómo sigue siendo el espectáculo que cada 4 años mas pasión y fervor acapara? La respuesta hay que buscarla en el juego en si, en los jugadores. La armonía de una gambeta bien ejecutada, de una pelota buscando en el ángulo la perfección (como si siempre hubiera estado predestinada a terminar ahí), el cambio de frente al pecho o la sencilla sutileza de un pase al vacío (donde más el vacío puede construir algo). El juego tiene la capacidad de retroalimentarse, de eliminar las falencias creadas por el hombre. Es así y no de otra manera que se construyen gestas como las del Maracanazo, planteles como el holandeses de los 78 (quienes rechazaron el 2° puesto como acto de repudio a la dictadura). Solo esta retroalimentación explica como una pelota de cuero sirve para que países enteros se tomen revanchas no sangrientas (México 86 Argentina – Inglaterra) para que colonias independizadas se den lujos hasta entonces impensados (Senegal dejando afuera a Francia) para que baños de sangre como la guerra civil que asola Costa de Marfil se den una tregua… De que otra manera se explica que el primer acontecimiento masivo de Irak después de la invasión Yankee sea un partido entre la Selección nacional y los marines. Escape a la victoria existió y el final quizás haya sido menos glamoroso (los ejecutaron a todos) que un escape mientras el publico entona la Marsellesa. El fútbol vive de lo que el fútbol crea y no de los que creen controlarlo. El pobre Rimet puede dormir tranquilo, no es el juego el que falla, ni tampoco sus ejecutores. Tan solo son las hienas que ven en él un negocio pero que no pueden hacer nada contra el espíritu de una número 5.

Ritos Paganos


El 9 de junio rodará la pelota, una pelota que esperó 4 años para que la agasajen, una pelota que esperó casi un lustro para que sus admiradores, sus fanáticos, se junten y marchen en éxodos interminables hacia su adoración. Y es que el fútbol es el más fuerte de todos los ritos paganos, es el único evento de toda la humanidad que puede, en un mismo instante, por un tiempo definido y acotado, paralizar a multitudes de todas las extracciones, religiosas, políticas o raciales.
El aura que irradia esa número 5 transforma, apacigua, sume en una especie de fervor amnésico a hermanos que se enfrentan (como es el caso de la guerra civil en Costa de Marfil) y da sutiles revanchas (como la que puede infringirle Angola a Portugal).
Espera el virginal pasto de las canchas, paciente, su hora como aquellas doncellas que sacrificaban en Minos al dios mitad hombre mitad toro, el pueblo se reúne, se emborracha, festeja como si las fiestas Dionisíacas hubieran mutado, se hubieran transformado hasta convertirse en algo llamado Mundial.
La fiesta del deporte rey, de ese que se atreve a desplazar a todos los demás sabedor de su influencia, del único que se atreve a disputarle a la lucha (el box) el trono de deporte mas antiguo del mundo. ¿Qué hicieron los hombres primero? ¿Pelearse o patear alguna cosa?
Lo cierto es que esta fiesta Dionisíaca o no, congrega a todas las divinidades… hacia la tierra de los Nibelungos marchan los orgullosos aztecas provenientes de clubs que como castas tienen chivas, pumas y jaguares en su corazón, también allí veremos magia negra proveniente del continente Africano y del mar de las antillas, los vikingos de la mano de Loki el herrero loco y de su hermano Odin también han sido convidados a la fiesta y hasta los misteriosos Oni del antiguo Japón han sido invitados a este banquete lleno de walkirias y cuernos con fermento de cebada.
Es por ello que el mundo se paraliza, que los países se congelan, que el fútbol toma ínfulas de ser el evento deportivo por excelencia, ello y la espera, la ansiedad acumulada, el deseo de revancha y desquite de todos los pueblos.
El 9 de junio rodara la pelota en el Olímpico de Munich y los dioses olvidados tendrán su revancha aunque no mas sea por 30 días y 30 noches.

El secreto


“La grandeza de las cosas reside en su simpleza”, contradictoria frase mas digna de un poema de Antonio Porchia o de un aforismo de galletita china que de un articulo deportivo. Una frase que si mi memoria no me falla se origina en otra de Shakespeare que dice “Brevity is the soul of wit[1] o algo similar no tengo ganas de buscar la cita en la obra del sajón (que por otra parte seria como buscar una aguja en un pajar) y prefiero como dijo aquel francés pensar en mi cultura como una memoria incompleta.

Lo cierto es que el fútbol triunfa, el fútbol rige el mundo deportivo guiado por la filosofía de estas frases; no son los millones, la difusión, los grandes nombres, ni las grandes competencias lo que hacen del fútbol el deporte rey (deporte dios?), el fútbol es grande por la simpleza de su juego, por la capacidad que tiene un joven equis para tomar cualquier objeto medianamente esférico o no (quien no ha jugado al fútbol con botellas de plástico) y armar entre dos puntos mas o menos paralelos el arco de sus sueños. Es así como la portería mas grande del mundo no es de el Nou Camp (como supo decir Menotti alguna vez), la cancha mas grande del mundo esta lejos de ser la del Maracana y el gol mas hermoso de todos los tiempos no es el segundo de Maradona a los Ingleses. El fútbol reina justamente porque el arco mas grande del mundo quizás sean dos sillas en el patio del fondo, o dos remeras en una plaza; el terreno de juego mas grande del mundo quizás se encuentre en lo alto de alguna montaña, o en alguno de los campos de refugiados (que lo hay y muchos) que pueblan África y el gol mas hermoso de todos los tiempos puede que viva inadvertido en la memoria de 6 jóvenes que jugaron un picado una mañana de invierno.

Y son ellos: El niño que juega solo pateando contra la pared, los refugiados que olvidan sus penurias momentáneamente cuando esa pelota de trapo comienza a rodar, los amigos que rondando los 50 se juntan a comer para revivir los momentos del pasado corriendo una pelota de cuero que a sus ojos los hace rejuvenecer, son ellos y no otros los que le otorgan la facultad de reinar al fútbol sobre las demás disciplinas deportivas y es que el balompié (si se me permite el arcaísmo) posee una facultad por demás determinante a la hora de justificar su reinado y es la de volvernos a todos por al menos algunos instantes niños que juegan. Si uno se quisiera poner en académico llamaría esto la función lúdica del objeto (el objeto al pelota) pero aquellos que usan esta terminología quizás nunca hayan jugado al fútbol y por ello desconocen la primera de las verdades, la que origina el mundo del fútbol. El simple deseo de patear una pelota.

Por supuesto esta filosofía tiene de tanto en tanto paladines que la comprenden y que como buenos acólitos la desparraman a los cuatro puntos cardinales de nuestro planeta y son ellos los jugadores más simples los que terminan brillando, deslumbrando nuestra retina. Players como Riquelme, Ronaldhino, Zidane que no necesitan un despliegue desorbitarte para plasmar lo que saben en un terreno, para robarse las miradas y los aplausos de la mas austera de las plateas. Ilusionistas que pueden transmutar los silbidos en vítores y acallar estadios repletos. Ellos dominan en el concepto, ellos como los antiguos sacerdotes conocen el secreto, conocen el verdadero nombre de este dios esférico y ello les otorga la virtud de controlarlo: Ese nombre es Simpleza, entender esto es entender el juego en si mismo después tan solo queda el Parnaso.

Niñez perdida



El joven se levanta temprano, desayuna con la familia, no lee el diario (sincerémonos los jóvenes no leen los diarios) quizás chequee los mails o el MSN mientras arma el bolso se pone las chancletas y se va a entrenar hoy, igual que ayer como siempre. La rutina se ve interrumpida por una sola particularidad, el escenario, ya no esta en su pueblito natal, ya no lo pasa a buscar su amigo en el rastrojero del padre donde irán recolectando parada a parada a casi todo el equipo. Este pibito de apenas 12 años no es dueño de sus decisiones, no tiene mas libertad que la que pueda producir en una gambeta dentro del terreno de juego. Ayer desparramaba piques cortos en un semillero de Colombia bajo la admiración de algunos y las mirada lasciva de otros. Hoy su video transita el mundo de los noticieros y le llego por vía de urgencia a el manager del F.C Barcelona, hoy su apellido (hasta hace días ignoto, extraño e ignorado) puede ser “googleado” seguramente el video que su padre (mezcla de manager, sponsor y promotor) filmo y uso como tarjeta de presentación se pueda encontrar en You-tube, donde a pesar de su precocidad y juventud ya se tutea de “tet a tet” con Ronaldhino o Maradona. Hoy ese chico es invaluable pues con solo su juventud y su habilidad puede generar intereses valorados en cientos de millones de euros. Este chico a la que ninguna legislación protege, este chico a la que ninguna institución gubernamental o no preserva, este chico que es obligado (quizás no físicamente pero de seguro psicológicamente) a abandonar sus amigos, su tierra en busca de una migración en post del sueño de otros. Este chico del que si Dickens si viviera podría hacer un nuevo Oliver Twist espera paciente en la puerta de su nueva casa, en esa zona residencial tan lejana a su hábitat natural a que un dirigente de su nuevo club lo pase a buscar. Ya empezó la adaptación forzada, la inserción sobré acelerada. Si tiene suerte y un padre mas o menos coherente es posible que haya caído en un país donde su idioma no sea un impedimento sino será otro escollo mas al que adaptarse, que no espere hacer mas amigos que los del club porque el resto de los chicos llevan vidas normales. Que no espere obtener una educación mas allá de un diploma secundario porque con tal de que este a gusto y genere divisas es lo único que le darán. Pobre de él si desea declinar el fútbol por algo mas, el sueño de los demás es su sueño, el cree fervientemente que es su sueño y si duda mas tarde las cámaras, la admiración, el dinero le ratificaran que ese es su sueño que no estaba equivocado. Que mas da que sea introvertido, que apenas quiera compartir minutos con el plantel, que cuando todos se distienden en una concentración prefiera salir a caminar solo lejos de todos. Que mas da que cuando le pongan una cámara repita un discurso que parece aprendido como autómata, que mas da que maneje apenas 200 vocablos y que hable de si en tercera persona. La prensa, el club, las cámaras se encargarán de decirnos que es un buen pibe, que tiene un perfil bajo, que su lugar esta dentro del terreno de juego y que es ahí donde verdaderamente se lo ve feliz. Este joven, como muchos otros quizás encuentre en esta odisea involuntaria comodidades y posibilidades que no tenia en su país de residencia, este (como decía Chaplin) nuevo ciudadano el mundo, quizás triunfe y quien sabe quizás a la larga logre encontrar la felicidad pero en el fondo la cicatriz que dejara el desarraigo de su infancia, la presión de su entorno, la quema de etapas necesarias se habrá cobrado una nueva victima otra entre tantas mas la de la inocencia de un pobre pibe de cinco años que lo único que quería era jugar a pelota porque sabia que lo divertía.

Grito de gol


Momento 1:

Con la delicadeza con la que dos novios se reencuentra en un dulce abrazo la pelota entro suavemente al ángulo y desencadeno el silencio de una parcialidad y la locura de otra. Entre los miles que gritaban ese reencuentro (que es el gol si no un reencuentro eternamente postergado entre balón y red) se encontraba justo él. Los simpatizantes locales miraban anonadados como esa vieja gloria del club, aquel que dejo contratos millonarios para retirarse como jugador en la institución que lo vio nacer, aquel que cada vez que triunfo en el exterior o a nivel selección siempre tuvo una palabra, un gesto para recordar a su barrio, a sus colores; justo el gritaba el gol, desaforado, desencajado con los brazos en alto y una sonrisa de oreja a oreja. La gente (su gente) se dividía entre los que querían ir a insultarlo y entre los que justificaban su actitud diciendo que el grito no era contra el club sino contra los dirigentes que meses atrás lo habían echado como a un pordiosero, por la puerta de atrás.

Momento 2:

El frentazo con el parietal derecho vence al arquero que poco y nada puede hacer cuando la pelota decide encajarse en la base del poste derecho como un pichón que busca cobijo bajo el ala de su madre. Corre el minuto 45 del segundo tiempo y ese gol le da la victoria a su equipo y lo ubica en lo mas alto de la tabla, cualquier otro jugador saldría corriendo y no pararía de festejar por mas amarilla que el arbitro de turno le mostrara, cualquiera menos el. Lejos de correr para evitar los abrazos de sus compañeros o por el contrario fundirse en ellos; el se da vuelta hacia la popular visitante donde cientos de muecas entre tristes y anonadadas aun tratan de digerir el gol y junta las palmas de sus manos pidiendo perdón mientras se toca el pecho a la altura del corazón y los señala. Ese grito de gol permanecerá trunco en su garganta pues se lo ha marcado al club que lo formo, lo vio crecer y del cual es socio e hincha.

De estos dos momentos acontece que el primero cada vez se da con menor frecuencia y el segundo por el contrario es mas y mas común. Si esta bien o esta mal no le corresponde a este escritor determinarlo. Solo hay algo sobre lo que es necesario llamar la atención y es la ausencia del grito de gol.

El gol define al juego por si mismo Ya que el fútbol, todo él con sus reglas, con sus diferentes modalidades de pase o de gambeta, con sus cambios, con sus camisetas con colores, con sus inferiores, esta construido en torno a la figura del gol sin el no hay fútbol. Los espectadores ven los partidos esperando ver goles a favor y ninguno en contra, los hinchas van a la cancha con la ilusión de gritar tantos goles como les sea posible y que decir de los jugadores quienes en 90 minutos solo construyen movimientos en busca de un gol en algunos casos casi con un fervor que ronda casi el fanatismo. ¿Quiénes son los ídolos del fútbol? Aquellos que generan goles, los convierten o los evitan (el caso de los arqueros). Son los goles el alimento del alma del fútbol y que es un gol sino un grito de gol. ¿Puede sobrevivir el gol sin que se lo grite? ¿Existe una novela sin nadie que la lea? ¿Y una película sin nadie que la vea? El gol y el grito se llevan de la mano como la noche y el día. Son amantes, hermanos, mejores amigos. El gol y su grito son la consecuencia lógica de un acto de amor. Uno no puede sobrevivir sin el otro y viceversa.

Por ello, porque sé de esta unión intima, de esta comunión es que llamo a la reflexión sobre esta tendencia (relativamente nueva) de no gritar los goles. Esta moda disfrazada de viejo código del fútbol no hace sino sofocar el espíritu natural del juego, el fútbol es tanto gol como grito de gol y hay que entender que aquel que lo logra no descarga en su alarido su propia pasión sino la de un conjunto de ilusiones. Los goles son para gritarlos y eso es tan cierto como que el cielo es celeste, los árboles verdes y las mujeres tienen secretos. No querer entender esto es no entender el fútbol en si e ignorarlo es una tendencia nociva que a la larga puede generar situaciones autodestructivas. Hoy no gritamos el gol y mañana... ¿no festejamos los títulos?

Idolos de Barro


"Al jugador de primera nada tengo que enseñarle por eso es jugador de primera" la frase pertenece a la saeta rubia entrenador de otros tiempos, tiempos aquellos en donde le fútbol, quizás era mas parecido al fútbol que los románticos quieren que regrese, tiempos aquellos en donde era raro ver a un jugador debutando a los 15 años, ídolo a los 17 y vendido casi al poco de cumplir los 18. Ídolos de barro diría el escritor. Nada queda de aquella época donde el entrenado hacia trotar al equipo mientras se tiraba a dormir una siesta al sol, nada queda de aquellos equipos que se recitaban de memoria como un credo, donde las jugadas pasaban del boca en boca, porque aquella fue época de tradición oral, del gol que comenzaba gambeteando a dos y no terminaba de gambetear hasta que llegaba al ultimo rincón de la República, goles de voces roncas y emotivas que surgían de las bocinas de las radios hasta convertir el partido en una proclama, en un grito apasionado donde las plateas buscaban en los sombreros el resguardo de aquellas imágenes no fuera a ser cosa de que se olvidaran de contarla en el bar durante la semana una y otra vez.
¿Y hoy, que queda la frase de Don Alfredo? ya no suena tan feliz cuando uno se topa con niños que no saben marcar jugando en primera categoría, que no imponen el volumen de juego sobre la propia capacidad, la frase suena vacía cuando se enfrentan delanteros y defensores que se desconocen por completo, ya no hay duelos entre caballeros, ya no existe la rivalidad como tal sino una anodina defensa de colores que van perdiendo el lustre poco a poco hasta vivir de recuerdos de un pasado que fue mejor. La mística la formaron antes, los apodos se formaron antes, los goleadores históricos, los jugadores con mas presencias, los goles inexplicables todo parece pertenecer al ayer.
¿Que nos queda entonces? resuena fuerte la frase del DT (hoy en newell's) que dice "La Play les come la cabeza" el jugador de fútbol ya no ve fútbol, no analiza al rival no sabe si a tal o cual jugador le gusta jugar por afuera, por adentro, si engancha en diagonal para pegarle de zurda o si por el contrario le gusta descargar e ir a buscar; y es que son pocos los que entienden que le jugador en definitiva es un animal de costumbres (al menos el promedio) ante determinadas situaciones juega la segura, la que sabe que siempre le sale. Hoy los técnicos en su mayoría son formadores de niños y no entrenadores de hombres de todas maneras hay que respetarlo porque como dijo ese flaco rosarino con buena pegada y poca garra (según el negro) "El jugador de primera por algo llega a primera"

Identidad


Los emblemas nacionales, esos colores, escudos, heráldicas, apellidos que construyen la identidad de un país. Esos que se enarbolan para bien y para mal cuando unos u otros quieren defender o adquirir algo, esos iconos por los que “vale” la pena morir. Banderas rescatadas de batallas, estandartes en primera fila de combate, águilas que marcan el punto de embestida de las legiones, la arremetida de un sueño mas grande que todos ellos, que todos nosotros; un sueño de imperio. Iconos que han marcado épocas y algunos que la siguen marcando, barras y estrellas quemadas por hoces y martillos o por media lunas que a su vez fueron quemadas por cruces, republicas sometidas a monarquías, monarquías derrocadas por estados, estados convertidos en dictaduras canciones que brindan esperanza y otras que por el contrario nublan corazones según el lado del que se este y según el color con el que se lo mire. Hoy cuando el mundo sigue enfrascado en los mismos iconos estancados, explotados y rebajados por los medios de comunicación, un mundo donde hay equipos de serie A como el Livorno que festejan los goles con el puño izquierdo en alto, donde hay equipos como la Lazio que contrariamente festejan a mano alzada como los romanos dicen ellos, como el tercer rich digo yo, donde hay equipos en los que no quieren jugadores extranjeros o equipos donde la raza o el credo son factor es determinantes sobre la calidad futbolística de los jugadores a la hora de su contratación me pregunto ¿Que valor juegan en todo este accionar de posturas, que poco tienen de consistente y mas de mediática, las selecciones nacionales? ¿Pueden los éxitos deportivos de una selección opacar o mitigar el accionar de un país? ¿No esta el deporte sobre esta cuestión? ¿Acaso una jugada de gol consumada en su plenitud no trasciende a la política? No genero (no en el momento pero si a lo largo de los años) el gol de Maradona a los ingleses un ficticio sentimiento de revancha contra la guerra de Malvinas para quedar ensombrecido el acto por la grandeza de su perfección hasta tal punto que años después los mismo ingleses llamaron al ejecutor de tamaña jugada a sus claustros académicos para distinguirlo con un Honoris Causa. Los Senegaleses no son mas o menos pobres por haberle ganado a Francia en el 2002, ni Irán cambiara un ápice su política exterior por enfrentarse con EEUU en una cancha de fútbol. Atrás quedaron Mussolini, Videla, tristes hombres que marcaron épocas tristes que no entendieron que la única revancha que se toma el fútbol es contra el fútbol mismo y que nada sabe la pelota de tapar muertos y demases por mas gritos de gol que se escuchen. Por eso que se canten o no los himnos en un estadio, que aquellos que jueguen tengan los colores de su nación en el pecho, que se enfrenten potenciales enemigos tanto limítrofes como ideológicos o históricos, todo ello no sirve mas que para alimentar la falsa esperanza de que un partido de fútbol puede cambiarlo todo, camuflar el momento, capear la tormenta.

!No señores! un triunfo puede ocultar algunas cosas por un determinado periodo de tiempo mas o menos largo pero alfinal sera la historia quien juzgue los acontecimientos y no 90 minutos del deporte mas hermoso del mundo.

Futbol arte


“No se que es la poesía pero reconozco que poseo una notoria habilidad a la hora de reconocerla en cualquier lugar” la frase de Jorge Luis Borges sintetiza (además de la posición del autor en cuanto a determinada estética del arte) en cierta medida mi mirada del deporte practicado en su máximo exponente y en particular en el fútbol que es el tema que nos atañe aquí. La pregunta cae de madura ¿Es el fútbol arte? ¿Puede un caño, una pisada, una gambeta alcanzar un verso de Quevedo, una frase de Neruda? Trataremos en esta disertación de probar esta hipótesis.

Macedonio Fernández (eximio poeta, filósofo y libre pensador) pregonaba que el arte, la poesía, debía ser repentina, fugaz. En mas de una ocasión Norita (hermana de Borges) fue invitada a escribir su nombre por el poeta en una servilleta y abandonarlo ya sea en un parque, una confitería o en medio de la vía publica con la incertidumbre de llegar o no los ojos de un lector anónimo. ¿Qué buscaba Macedonio con este efecto? Acaso la máxima budista sobre si una árbol que cae en medio del bosque hace o no ruido al caer si no hay nadie para atestiguarlo se pueda aplicar aquí. O tal vez el poeta buscaba oponerse a la afirmación de que no existe obra sin público. Que mejor demostración de existencia que la obra leída por un publico anónimo, una obra perdida que puede acabar en la alcantarilla o pasar de mano en mano, generación tras generación a través de un grupo de lectores indeterminado. La obra existe, tan solo el autor no tiene el control sobre su rumbo. El fútbol y esta hipótesis Macedonia se tocan en cierto punto, una pisada en medio de un partido, una gambeta que no culmina en gol (detalle trascendente) un gesto técnico que deja a uno o dos marcadores en el camino pero que no prospera en el terreno de juego y termina convirtiéndose en un intrascendente lateral en mitad de cancha. Todos estos actos ¿están condenados al olvido? ¿Están marcados por su relativo éxito a perderse a desaparecer? Una lectura menor sobre el tema puede indicarnos que es así pero nada mas lejano. Esa gambeta, ese túnel, ese regate contra la línea de cal son capturados por un grupo mínimo de espectadores en su plenitud. ¡Si!, todos en el estadio lo pueden ver pero solo un minúsculo grupo de elegidos (que cambia o muta de acorde al partido o el hecho que les llama la atención) tiene o tuvo la capacidad de retener el momento, atesorarlo en toda su magnitud. Ellos saborean el instante, lo protegen en su retina primero y posteriormente lo dotan de vida propia en su recuerdo al hacer de el una narración personal, una suerte de tradición oral urbana que vivirá del boca en boca adquiriendo nuevos elementos primero y abandonando defectos y virtudes hasta que varias versiones del mismo suceso terminen por encontrarse en un lugar neutral como una charla de café. Por supuesto que no son comparables estos momentos con un gol antológico que puede ser visto y repetido una y otra vez en la t.v pero es justamente su carácter fugaz y efímero lo que los dota de ese brillo que reluce igualándolo con una obra o un verso. Pues no hay que olvidar que como dijo Don Francisco “Ya no es ayer, mañana no ha llegado; hoy pasa, y es, y fue…” y esta condición la de presente convirtiéndose en pasado para perpetuarse en futuro es la que nos marca junto a la versatilidad del grupo de receptores de turno el carácter poético del fútbol. Por último el fútbol al igual que la poesía comparte la cualidad de ser infinita rasgo netamente vinvulado al arte.

Prohibido Prohibir


La imaginación al poder”, así rezaba uno de los tantos eslóganes que los estudiantes franceses proclamaban en las calles de Paris. “Todo es posible” “Pidamos lo imposible” pedían los jóvenes a viva voz. Es hora de hacerse eco de aquellos gritos, es hora de pedir los imposible y de que la imaginación reine. Solo a burócratas, enquistados en grandes sillones y en puestos de poder, solo a sapos de trajes grises sin más imaginación que un billete de 1 dólar se les puede ocurrir que los festejos pueden ser plausibles de amonestación. Siguen cercenando el espíritu del fútbol, ya no vale levantarse la remera con una dedicatoria en ella, ya no vale sacar una mascara, ni revolear la casaca con euforia… ¿hasta cuando durara el veto a la expresión?

Gritar un gol es el descargo lógico y consecuente que debe acompañar a la culminación de todo tanto. Un festejo que (según la medida y la importancia del encuentro) puede tener una ansiedad contenida de días, meses o años. Tomemos el caso de Veron o del Kili sin ir más lejos. 10 años esperando gritar un gol con la camiseta que los vio crecer, 10 años acumulando deseo y ansiedad. ¿Cómo no gritarlo entonces? ¿Cómo no colgarse del alambrado?

Pero el frío reglamento no contempla sentimientos, el reglamento no sabe de regresos, de resignación de dinero, de alegría contenida. No. La ley pide chivos expiatorios para la violencia que pocas veces tiene que ver con la consecuencia de un grito de gol. No gritemos, no bailemos, hagamos del gol un elemento anodino que tan solo nos marca el resultado de un encuentro. ¿Quién quiere gritar un gol en el minuto 93? ¿Quién desea festejar un empate sobre la hora? Preferimos que algunos hipócritas justifiquen con en el exceso de festejo la violencia. La mayor evidencia de nuestra falta de educación es la imposibilidad de festejar en exceso o en demasía (¿se puede ser excesivamente feliz?) nuestros logros ya sea este un gol u otro acto similar. Por eso hoy mas que nunca levanto aquella proclama de 1968 “Pidamos lo imposible” que nos dejen gritar un gol sin amonestarnos ¿Quién sabe, quizás disfrutemos de ello?

La lucha de los barcidas


Un diario de extrema derecha frances titulo la caida de Francia ante Italia como el triunfo de las Aguilas imperiales sobre los africanos en clara alusion al origen inmigrante de gran parte del seleccionado frances (en su mayoria de ex colonias franco africanas) la pregunta se impone.
Si Italia es la Roma Imperial ¿No son los franceses un simil del pueblo de Cartago? ¿No resucito el espiritu de Anibal y sus elefantes en el cabezazo de Zidane?
Hay un excelente novela de ciencia ficcion (quizas llevada a la pantalla grande no lo se) que trata de un grupo de astronautas que regresan o aterrizan en una tierra paralela en donde la guerra entre Cartago y Roma termino con triunfo para Anibal y no para los hijos del Tiber.
Por lo tanto la civilizacion tal cual la conocemos hoy en dia no existe, ya que la cultura occidental, latina (griega si se quiere) termino sus dias en alguna batalla en la peninsula o bajo la pezuña de algun paquidermo de batalla.
Es la cultura Africana la que rige los nuevos dias, es la cultura de los hombres de piel nubia, de las columnas de ebano, de los Dioses como Moloc el devorador de niños.
Quizas el espiritu de lo Barcidas decidio tomarse revancha en el mundial de futbol, quizas los dioses tan solo deciden pelear eternamente y se divierten elgiendo a sus representantes otrora un imperio contra otro, hoy en tiempos mas modernos un equipo contra otro y en ocasiones un hombre contra todo.
El triunfo de las aguilas imperiales no es mas que el triunfo de un futbol en decandencia (como lo fue el de aquel imperio), el triunfo de un futbol sospechado de corrupcion, el futbol de un futbol donde la individualidad quedo de lado para dar paso a las legiones, que tocas y disciplinadas son capacez de ganar batallas. Hubo un lider ¿un heroe? que quizo romper el dogma; no alcanzo con el futbol, ni con la pausa, no sirvio de nada luchar contra el paso del tiempo y contra la meiocridad generalizada enfundada en cohortes disciplinadas y espadas cortas, esta vez los elefantes no pudieron cruzar los pirineos y terminaron muriendo de un tiro penal en las puertas de la gloria.

Dead man Walking


"Zidane fue controlado pero desequilibro la marca tecnicamente" - la frase corresponde a Parreira y define a la perfeccion el partido entre Brasil y Francia. Zidane siempre (desde el minuto 1 con una descomunal pisada y bicicleta despues) recurrio a la gambeta, a la magia, a su juego para desbaratar la marcacion en zona que le propuso Brasil.
Emociona ver a Zidane en esta copa dl mundo, emociona verlo jugar (mas aun al nivel de los 1/4 de final) contra el tiempo, contra el retiro. Es una lucha entre un futbol que sobrevive (porque ya no vive mas) a puro coraje, resiste como una ultima carga de samurais, como una dupla de escorpiones contra un batallon de hormigas (recomiendo ampliamente la pandilla salvaje) sabedores de que al final moriran, porque los mediocres son mas, por que el tiempo, eterno y de andar cansino, no lucha sino que se limita a esperar.
Zidane como un escorpion lucho y lucha contra las criticas, contra el futbol vertical, contra la modernidad. Cada pisada, cada, gambeta, cada sombrero, cada pase al vacio va acompañado por la estela de Maradona, Best, Socrates... se escucha el ronronear de la pelota cuando el la "mata de pecho", el agradecimiento cuando la para y le otorga un segundo par recuperarse. Zidane encabeza una lucha contra la barbarie, contra lo fisico sobre lo tecnico, una lucha predestinada al fracaso (quizas la mas intensa de las luchas, la mas apasionada). ¿Quien quedara de pie cuando el parta? ¿Cual de todos los muchachitos joga nos deleitara en el campo y no en la t.v.? preguntas que ni el Harry Potter frances podra contestar. Mientras Zidane gambetea al futuro con una pisada hacia el costado(aunque hoy parezaca mentira que se puede prosperar en una jugada sin ser vertical) yo me pregunto quienes heredaran el futbol que hoy se extingue, el futbol al que con suerte le quedan 180 minutos de vida.

Fe

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Miraba y sufría el partido de octavos entre México y la Argentina, poco fútbol, muchas emociones un Lavolpe que decidió ponerle maraca personal a Maxi Rodríguez y tomar en zona a Riquelme, un Tri que volvo su ataque por la zona de Sorin y Heinze con delanteros con físico y potencia. Aplausos, hasta acá brillante ¿y Pekerman? vio que el partido se podía dar así, puso otro lateral por derecha para copar la parada por ese sector, tiro al conejo por izquierda bien pegado a Riquelme para generar el juego por ahí y cuando vio que esto no resultaba movió las teclas justas y necesarias para parar otro equipo, un equipo que demandaba otro actuar en el partido. Bien Pekerma. Su virtud: conocer a sus jugadores y leer los partidos.

Dejando de lado el comentario táctico del partido me pregunto por el zurdazo descomunal de Maxi Rodríguez ¿cuantas así habremos visto terminar en la tribuna? entonces la pregunta se impone ¿que lleva al jugador a sacar ese chut magistral desde esa posición? ¿Que diferencia a los grandes francotiradores de los comunes definidores? la respuesta, después de mucho reflexionar, llega sola. Ese cañonazo, ese ave Maria, es en le fondo un acto de fe descomunal. Solo la fe ciega en las condiciones propias del jugador puede terminar con ese violento destino de gol o de fiasco. En un segundo la falta de vergüenza, la creencia en sus propia capacidad por sobre todas las del equipo, incluso por arriba de los fanáticos y el propio técnico hacen que este jugador en un impresionante acto de rebeldía (que es la fe sino la contraposición contra toda razón) deseche toda lógica, toda estadística y deposite todo su fervor en un gesto de potencia y entrega que no tiene mas explicación, mas razón, mas lógica que la fe del que la ejecuta, la fe de que su acto será recompensado en su plenitud con un destino de gol. El jugador desencadena en su gesto un sin fin de pequeños rezos colectivos entre los que lo están mirando (ya sea a favor o en contra) pero el acto en si se vera reducido a un gesto ultimo entre el ejecutor y su búsqueda. Si el destino es el buscado, el deseado el jugador será recompensado con lo que buscaba, si por el contrario la pelota termina en la segunda bandeja del estadio el jugador enfrentara su momento mas difícil, la desazón personal y colectiva de aquellos que depositaban en el su ilusión de alegría y deberá juntar el coraje y la fe para volver a levantarse y volver a ejecutar lo que en definitiva no es sino una búsqueda personal.

El oro del Rey


Hace 500 años aproximadamente los galeones partian de las indias repletos de oro y plata en sus bodegas ¿el destino? El puerto de Cadiz y la corona española. Este derroche de divisas que a larga daria a luz el Siglo de Oro en la peninsula y que a la postre seria el principal factor de su posterior decadencia dejo saldos en la cultura de America y la Ibericaque aun estan sanando.
Lejos de desaparaecer el fenomeno parece estar dandose de vuelta con el unico cambio de que ya no es oro, plata, ni especies lo que se trafica sino jugadores de futbol ¿como? asi es y pongo algunos ejemplos.
El pase de Farfán, cuya ficha fue comprada por del PSV al Alianza Lima en 1,5 millones de dólares, puede alcanzar en la actualidad los 15 millones. Gabriel Milito que fue vendido al zaragoza en 2 millones hoy no se vende por menos de 21, tres cuartas de lo mismo pasa con jugadores como Riquelme (sin precio para el Villareal) o el Tano pernia (que podria llegar a jugar el mundial para España), ni que hablar de Camoranesi que paso a la azurra y a la Juve sin siquiera jugar un partido en la primera local.
Es asi como el futbol europeo, se nutre de jugadores de otros paises (no pongo los ejemplos africanos por desconocimiento y por falta de informacion pero son iguales o mas burdos que los latinos) y este nutriente que lleva a la geraquizacion de las ligas Europeas generando una especie de epoca de oro trae aparejado consigo el lastre de perder la identidad de las selecciones nacionales y la austeridad en la formacion e los jugadores patrios.
No es dificil encontrar equipos con solo 2 o 3 jugadores originarios del pais o del club en su 11 titular y por lo general (salvo contados casos) estos jugadores "nacionales" suelen ser defensores o arqueros sin mucho brillo. Jugadores de beuna talla y de la casa ven truncadas sus posibilidades por el festival de fichajes que se origina en los equipos. ¿que hacer? ¿cual es la solucion? ¿Favorece la multiplicidad de juagadores el desarrollo de los talentos autoctonos o por el contrario les corta el camino y acaba con las canteras?
Un dilema dificil y una desicion complicada la de apostar a las inferiores.

Héroes Americanos


Jugadores de la talla de Cuauhtémoc Blanco, Valderrama o el Turquito Mohamed poseen ese espíritu rebelde, esa idiosincrasia, ese salvajismo propio de los naturales del continente mas joven del mundo. Es como si por algún motivo extraño la selva, el culto al sol, los mayas, los aztecas, las guerras floridas, los auracanos, la maliche, el amazonas, la cuenca del plata y el dorado se resistieran a abandonarse a la civilización. Sieguen ahí en pequeñas dosis, mezclados, mixturados con la cultura de los dioses de hierro que resultaron ser hombres con coraza y arcabuces, las Américas siguen vivas y fundidas con una religión y una cultura que no tiene manera de sobrevivir si no es aceptando lo que este nuevo continente esta dispuesto a ofrecerle. ¿de que otra manera se explican estas tierras? ¿cómo explicar corazones como los de Alban Mayor? ¿de que otra manera podemos justificar la ausencia de sacrificios pero la existencia de un culto a la muerte? Así es America, demasiado joven aun para rendirse a los pies del progreso. Rebelde y caprichosa como un niña de 15 años que quiere salir a bailar y no la dejan, así es este continente y eso se traslada a lo cotidiano, esa impronta se filtra en los deportes de los gringos. Se toma, se chupa y se adapta. Sí, se acepta pero no se claudica, esa es la diferencia. Esta mixtura es lo que dota a los personajes de actitudes particulares hasta inusitadas. America aun es una meca donde los ídolos se hacen según lo que ellos mismo dictaminen, lejos esta por ahora de la fabrica de muñequitos lindos y vendedores de sonrisa que produce el viejo continente. Aquí el búfalo a un pasta, los sementales aun vagan libres por las paraderas, los desiertos aun son lugares místicos y la selva (aunque masacrada lentamente) sigue siendo selva inexplorada. Aquí aun hay ríos que recorrer en pos del corazón de las tinieblas, en busca del horror. La sangre caliente aun bulle en las venas y los cotejos deportivos son gestas entre guerreros emplumados, los estadios templos de adoración en donde los partidos desembocan en batallas por el honor y por la supervivencia, aun hay orgías de triunfo capaces de igualar en su duración y fastuosidad a la mas mentada de las exequias griegas. Aun corre el licor de maíz y las mujeres con sus correspondientes resacas y curdas. Ese “salvajismo” es lo que erige a los diferentes, aquellos que con su talento no venden mas autos o mas condominios sino que desparraman zagueros, dirigentes, prostitutas, técnicos y botellas con el mismo desparpajo con el enfrentan a un portero y se la clavan aun ángulo. Cierto es que poco a poco las nuevas generaciones empiezan a someterse y como sin quererlo los viejos fantasmas (que ya no montan a caballo ni vienen en barcos) se van apoderando de los espacios que aun resisten. Es, al parecer, una lucha perdida de antemano pero quizás sea esta la mejor de las batallas. La batalla final, la derrota en la que se forjan las leyendas.