De los errores se aprende o al menos esa debería ser la regla general para todos si lo que se busca claro esta es progresar. Tras la eliminación de aquella Argentina Favorita de Marcelo Bielsa mucho se critico la forma en la que llegaron los jugadores al primer partido “estaban fundidos” gritaba mas de un diario y mas de un periodista. “No podían levantar las piernas” decían otros (nótese que nunca me refiero a un jugador, las criticas siempre fueron de terceros ajenos al proceso del seleccionado). Años más tarde, Bielsa tomo la selección de Chile y cuando llego al mundial recordó sus performance previa al debut con Argentina e hizo lo que esta vez pensó era lo correcto. Los jugadores Chilenos jugaron y jugaron partidos antes de sus debut, en ocasiones por al diferencia horaria o porque el técnico así lo dispuso jugaron hasta 2 encuentros diarios, todo lo contrario que su par Argentino del 2002 quien varias semanas antes a su debut contra Nigeria, no hizo fútbol y gozo de mucho tiempo libre. La roja jugo, jugo y jugo, hasta apenas horas antes de su debut mundialista. Bielsa tenia un solo reproche para consigo mismo en el mundial 2002, la falta de rodado de argentina antes de la competencia oficial, los jugadores entraron sin ritmo de juego a esa primera fase y el equipo lo pago con la actuación mas baja en el torneo mas importante de sus 4 años de gestión. Este ejercicio de memoria viene a correlato del partido de la selección Argentina contra Albania ¿Sirve? Es la pregunta generalizada. Si, sirve. Les concedo que los Albanos son unos tiernos como equipo, que apenas atacaron, que es posible que no fueran rivales ni para la tan “famosa” selección local y menos para esa sub 25 que anda de papelón en papelón con tal de recaudar para la AFA, pero el partido sirve. Primero sirve porque es un partido oficial, lo nervios, la previa, el marco, la gente, las ansias de jugar son imposibles de repetir en un entrenamiento. Esas condiciones modifican la actuación de los jugadores y para un entrenador es necesario ver el juego bajo esas circunstancias de aquellos que recién hacen su camino en el seleccionado y de aquellos que regresan tras una larga ausencia. Este tipo de partidos sirve porque la selección tiene todo que perder (imaginen que pasaría si perdiera o ganara por la mínima) y poco que ganar y esa condición también pesa sobre los jugadores y es bueno que el técnico vea como responden los “players” a la presión. El partido contra Albania sirve no tanto por lo táctico, lo estratégico o lo físico sino por psicológico, sirve para afianzar ese romance tibio que no se concreta (como beso de pareja central de telenovela) entre Messi y la gente, sirve para que el publico le haga sentir a el técnico quienes son los jugadores que quieren (después el pondrá los que quiera pero no puede omitir la lectura popular), sirve porque los goles y los triunfos aun contra rivales de poco fuste amalgaman procesos y suman convencimiento. Sirve porque esta coyuntura, este tipo de partidos es lo mas cercano a un partido por los puntos. Todo este cúmulo de sucesos, que excede los puramente futbolísticos pero que tienen fuerte incidencia en el armado de lo táctico solo se pueden dar en un partido oficial. Lo aprendió por la fuerza Bielsa y no, por suerte, Batista.
Este es un blog donde la política, el fútbol, la literatura y el cine se ven desde otra óptica aunque suene a un cliché pero como bien decía Hitchcock en ocasiones es mejor partir de un cliché para llegar a algún lado que partir de algún lado y terminar en un cliché y eso es lo que trata de reflejar este blog, que desde un cliché, desde algo que todos creemos comprender o saber se puede llegar a algún lado interesante que nos permita reflexionar. Saludos, pasen y lean a su antojo.
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