"Quien conserva su cabeza de niño, conserva su cabeza." A. Porchia
Me tome mi tiempo para digerir la derrota y es que cuando uno es fanático ser objetivo es una tarea difícil cuando menos imposible, decidí que el agua pasara bajo el puente y me limite a ver o que sabia que los diarios dirían: choque de estilos, Mau es un entrenador que gana títulos, Ronaldo aparece en las finales, Mascherano es un crack (¿Cómo si alguien pudiera dudar esto ultimo?) y un montón de obviedades por el estilo. Si ustedes me preguntan a mí quien debería haber ganado el partido yo les tendría que decir que desde el fútbol, entendiendo el fútbol como un juego donde uno puede hacer jugar a sus equipos como quiera (para bien o para mal) el Madrid fue superior ya que impuso sus reglas. Ahora si ustedes me preguntaran de nuevo quien debería haber ganado el partido yo me rectificaría y les diría que el ganador debió ser el Barcelona ya que si entendemos que el fútbol es un juego y que al jugar el resultado es tan solo la culminación de la búsqueda y que si esa búsqueda esta basada en el “goce estético” ahí el Barcelona le saca un milenio a su par antinómico. Pero como entiendo que el fútbol es algún punto estrategia y negocio el justo ganador seria el Madrid que supo variar el esquema mediante el cual se comió una “manito” en pos de uno que le granjeo un titulo, pero a sus vez como peco de romántico y lírico debo reafirmar que el verdadero ganador es el fútbol del equipo Cule quien no prostituyo sus raíces, ni sus ideas en post de un resultado ya que entienden eso de que en algún punto el juego como el poema se autonomiza: “Uno quiere decir, pero el poema también quiere decir a través tuyo.. y es ahí donde uno se vuelve instrumento de su instrumento” pero como también entiendo que los que quieren entretenerse deberían ir al teatro y no a una final de Copa con su eterno rival debo desdecirme una vez mas y aprobar la victoria “merengue” pero como en e fondo cuando juego o consumo fútbol me transporto a mi infancia no puedo evitar que las palabras el entrenador del Barcelona “Tenemos que hartarnos de jugar. Jugar como en las calles, como en el pueblo" me lleguen como una puntada y ahí una vez mas pienso y justifico la victoria (por mas que el score diga otra cosa) Blaugrana. Y después de todas estas idas y venidas, de todo el tiempo en silencio masticando el partido, tratando de separar lo que siento de lo que sé; es que tomo un libro de poesía y leo: “El poeta debería presentarse como poeta… leer los poemas… dialogar sobre la palabra… los versos” y me digo que en definitiva lo que prevalece del partido es la forma en la que uno quiere transmitir su juego, su poesía. ¿Queremos ser “vagabundo” con ojos limpios que ven aquellos que nadie mas ve o queremos ser “disciplinados”, “aceptados”? Porque amigos mios cuando uno es aceptado, cuando uno no es mas discutido, cuando uno nada a favor de la corriente y no en su contra, cuando a uno ya nadie lo increpa o lo tilda de loco; es ahí en ese preciso momento donde su muerte comienza y el sueño termina. Por esto y no por otra cosa si hoy usted me pregunta (si es que le importa mi opinión) quien es el verdadero ganador de este clásico, de esta final, de esta copa yo le diría que el único triunfador para bien o para mal (y ahí entra solamente el como usted entienda el juego) es el fútbol.
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