
Cuando estábamos en el exilio no teníamos mucha música Argentina en nuestras manos y pocos originales, de los pocos casettes que tenía, venero “Madre en Años Luz” recuerdo quedarme ensimismado escuchando “Barro Tal vez” o poner el radiograbador al palo para escuchar “Ludmila” tenia yo por esos años 15 abriles. En mis manos cayo una grabación de “La bengala perdida” y yo la cantaba como loco sin haber ido jamás a una cancha Argentina y soñaba con bengalas que parecían misiles exocet, al finalizar el cassete otra vez la música al taco y unía mis voces con la de sus hijos (yo desconocía esto) y cantaba enajenado el estribillo del “mono tremendo”. Volví al país y mi primer recital fue uno del flaco casi de casualidad como sin quererlo en la 9 de julio canto temas de Peluson of milk que fue el primer CD que recuerdo haber comprado en la Argentina. Aun hoy “Bomba azul” y “La montaña” me transportan a mi adolescencia. Ya en 4to año con mi amigo Nicolás y su amigo lucio cuando nos aburríamos en clase bastaba que uno gritara ¡Bajo Belgrano! Para que otro contestara ¡Amor ascendente! Eran códigos adolescentes, estúpidos y sin razón pero estaban ahí. Ya con 19 recuerdo haber descubierto un LP doble en la casa de Cecilia bajo el nombre de La,la,la ese disco me quebró la cabeza al igual que la vez que me compre Prive o la vez que descubrí “rezo por vos” deje de seguir al flaco cuando saco Fuego gris y lo vi en varios recitales mas y disfrute sobre todo cuando hizo coverts de los ratones como “Estrella”. Aun hoy amor de primavera me parece inigualable y conservo un casette doble grabado en los jardines de ATC que compre en parque Rivadavia. La noticia fue una mierda, es una mierda. No te digo adiós flaco sino hasta luego. Te voya extrañar.
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