Este es un blog donde la política, el fútbol, la literatura y el cine se ven desde otra óptica aunque suene a un cliché pero como bien decía Hitchcock en ocasiones es mejor partir de un cliché para llegar a algún lado que partir de algún lado y terminar en un cliché y eso es lo que trata de reflejar este blog, que desde un cliché, desde algo que todos creemos comprender o saber se puede llegar a algún lado interesante que nos permita reflexionar. Saludos, pasen y lean a su antojo.

miércoles, 21 de abril de 2010

Certeza


«Tempus fugit, sicut nubes, quasi naves, velut umbra» *

Poco se coincidencias extrañas, poco me importa que la historia se demuestre caprichosa y cíclica; aun menos entiendo de campañas televisivas y de creación de esperanzas fraudulentas, no me siento un tahúr vendiendo tónicos para la calvicie a ancianos crédulos, no compro aquello que no puedo ver, ni creo en aquello que no se pude palpar, jamás hubiera transitado el Yukon en busca de oro ni aunque me lo hubiera garantizado el mismísimo Jack London, poco se de quimeras, utopías, no tengo un sueño intangible, ni una meta lejana; yo vivo el día, paso a paso o piano a piano, mi meta es la mitad de la mitad del camino y una vez allí la otra mitad de la mitad que quede para alcanzar a Aquiles. Yo aprovecho el momento pensando que no hay un mañana, paladeo lo que esta frente a mis ojos porque no se cuando ese instante volverá. No uso ningún artefacto de los tantos que hemos inventado para perpetuar ese segundo porque no hay foto, ni película, no hay recorte, ni grabación que me retrotraiga o perpetué esa sensación; me suena muy artificial y tengo miedo de que en la búsqueda de capturar la magia este tan pendiente del clic, que ella me pase de largo. Pero toda mi filosofía de vida, todo mi “carpe diem” de bolsillo se derrumba como un falso fundamento, como una premisa barata cuando los hechos se empiezan a suceder uno a uno ante mis ojo. Y siento que me falta el aire cuando grito y no hay nadie para responderme; un vació que come mi replica, se sustenta de ella y que me ensordece con su silencio, con su impasividad. Trato de no ceder, de dar batalla pero retrocedo y cada impulso, cada nuevo envión, cada paso (por minúsculo que sea) resulta en una nueva contienda perdida. Caigo sobre mis rodillas, fatigado, cansado, con la boca abierta intentando robar un poco de aire al aire. Y allí estoy apunto de ceder, de darme por vencido, denodado en el borde de mi derrota, rodeado de un silencio, duro, palpable, asfixiante. Un silencio que me envuelve como preludio de la caída a un abismo del que no se podrá volver y es ahí cuando mis días alcanzan su punto mas oscuro, es ese mismo momento en que las sombras se hacen mas tenebrosas, cuando el ser del umbral me tiende la mano par darme por fin el empujón del cual no habrá retorno. Es ahí en esa la hora más lúgubre que comienza a clarear la sombra. Y de repente lo desconocido empieza a tener contorno, lo difuso se despeja, el miedo muta en duda y la duda en curiosidad y esa curiosidad quiere ser zanjada. La razón a la luz se vuelve mas fuerte que mi lado oscuro, de repente no estoy solo, miro a mi costado y veo que a mi vera se vislumbran otras figuras, algunas de pie, otras arrodilladas y me descubro acompañado en mi cruzada. Y es entonces que avanzo dejando atrás la mitad de la mitad del camino, avanzo dejando atrás a Aquiles, dejando tras de mi mis temores y mis miedos en busca de una idea y un camino sin mercachifles de esperanza, ni monstruos bajo la cama. Dejo de creer para tener una certeza, para levantar una certeza. Para iluminar mí camino con esa certeza. Hoy igual que ayer, lo mismo que mañana. El comienzo del cambio, el primer motor generador es la lucha por la convicción.


*El tiempo vuela, como las nubes, como las naves, como las sombras


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