Dibus para todos

El mundo de la animación esta un poco saturado, si bien las películas son muy buenas, como que el universo chiste que sirve igual para adultos que para niños (en diferentes variables se entiende) cansa un poco; este cansancio viene dado sobre todo porque los “tanques” de Dreamworks, Pixar y Disney no dejan mucho margen para el resto: Bien aquí les vengo dejar 2 películas 2 salidas de fabrica directamente al bolsillo de la dama y el caballero que aun pasando por las mega factorías del cinemascope y demuestran una vez mas que se puede crecer al margen de lo que dicta la tendencia de la industria si se tiene una buena idea y uno se apega a ella.

La primera entrega es “Gake no ue no Ponyo” o como se conoce en castellano Ponyo en el acantilado película Japonesa del 2008 que por estos lados llego allí por el 2009. Esta película demuestra que se puede sostener la estética y el arte con una trama sencilla y dibujos claros, no hay chistes de doble sentido ni situaciones satirizantes pero al trama se sostiene igual de increíble para un adulto que para un niño y esto ultimo lo digo con conocimiento de causa pues mis hijos (3 y 5 años) no se despegaron de la pantalla. La historia es sencilla Ponyo una niña – pez hija de un mago de las profundidades conoce por azar la vida en la superficie y decide que ese es su lugar en el mundo y esto trae aparejado el enojo de su padre y terribles consecuencias para el mundo de los humanos. Lo maravilloso de Ponyo es como el arte Japonés sostiene ese viejo argumento suyo de la estética como medio de llegar a la perfección, cada trazo, cada dibujo, cada movimiento de Ponyo esta pensado para deleitar nuestro goce estético pero además no se alejan de la trama; a tal punto están amalgamados que el paso de lo real a lo onírico es dado de forma tan gradual que en ningún momento nos lo cuestionamos como espectador. Les dejo un ejemplo: En una escena de la película Ponyo persigue a un niño (Sousuke el otro prota del film) montada en olas con forma de peces y Sosusuke se lo comenta a la madre ¿Qué hace ella? para el auto y se baja buscando a la niña en las olas. En una película occidental el niño nunca podría convencer a sus madre de lo irreal y quizás esta comprensión por parte de los adultos solo llegaría en la ultima escena, en Ponyo en el acantilado los adultos creen en los niños y viceversa y este juego de fe da lugar a que el paso a lo fantástico sea sencillo y creíble.
Para rescatar la escena inicial del film en el fondo del mar sencillamente un festín visual.

Otra gran película es Wallace and Gromit :The course of teh where – Rabbit traducida insólitamente como Wallace and Gromit: la maldición de las verduras (2005) esta película de plastimacion (que no es otra cosa que hacer películas con plastilina y una cámara) es una maravillosa vuelta a las películas viejas de terror de cuando las grandes productoras de ese tipo de cine estaban en Inglaterra (La Hammer productions) y de cuya factoría nos vino Drácula, Frankesntein, El hombre invisible etc.. En Wallace and Gromit encontramos todo ese cine de terror del suspenso vinculado a un misterioso conejo gigante que arrasa los huertos de una ciudad en las vísperas de su festival anual de verduras. La película esta llena de tópicos ingleses y los protagonistas Wallace y su perro Gromit son el oximoron de lo que debe ser un ingles medio (o al menos de cómo se ven ellos a si mismos). Lo interesante de estos personajes es que saltarona a la fama con tan solo 4 cortos en su haber, los cuales les recomiendo ampliadamente, y que a raíz de esos cortos llamaron la producción de dremworks que gasto 30 millones en la película (vale cada uno de ellos). En resumen gran film que nos transporta a épocas mejores donde la sangre de las películas de terror apenas era un liquido que salía de una camisa desgarrada, de dos agujeritos en la garganta o de los colmillos de un Vampiro glamoroso. No se pierdan la escena de la transformación del conejo.