“La revolución es muy sencilla. Si vamos todos el mismo día al banco a sacar nuestro dinero, los bancos se colapsarán. Y entonces, empezarán a escucharnos de otra manera”
Cantona
Aquellos que tienen ídolos, ya sea que estos estén vivos o que tan solo sean personajes que admira por haber leído sobre ellos, en más de una ocasión se han encontrado en una situación que les excedía y se han preguntado ¿Qué haría nuestro ídolo en esta situación? Esta pregunta que todos han enfrentado se hace realidad en los dos films de los que les vengo a hablar hoy.
El primero no es otro que Sueños de un seductor (1972) del siempre genial aunque disparejo (filma mucho) Woody Allen. En esta película el Neoyorquino director pasa a la pantalla grande su obra de teatro “Aspirinas para 3” en la que un cinéfilo quien acaba de separarse y cuya vida se esta desmoronando termina sin quererlo (muy a lo Allen esto ultimo) enredado con la mujer de su mejor amigo, partir de aquí la angustia y el sentimiento de culpa hacen que se le aparezca su antítesis que es Humpry Bogart un duro por excelencia quien le empezara a dar consejos de cómo manejarse. La comedia esta llena de situaciones disparatadas ya que la sola idea de un ser insignificante y oprimido como Woody Allem siguiendo los consejos de un duro como "Bogey" da para la risa. Sobre la película en si hay pocas cosas que decir, viene a ser una de las primeras filmaciones de Allem cuando su humor era menos intelectual y un poco mas convencional y donde recién empezaba a armarse ese personaje arquetípico de su filmografía que no es otro que el mismo exacerbado hasta el infinito; tiene muchísimas referencias a Casablanca y un final casi “robado” y otro aspecto para destacar es que fue el primer film en donde formo dupla con Diane Keaton con quien después descollara en films como Annie Hall y Manhattan
La otra película que recomiendo es “Buscando a Eric” (2009) film británico que narra la debacle de un cartero de nombre Eric ante la perspectiva de reencontrarse con un pasado que pensaba olvidado y con el que fue quizás el amor de su vida. Este cartero fanático del Manchester United sufre una crisis nerviosa, que lo sumerge una depresión que apenas lo deja salir de su casa y enfrentar el trabajo o los problemas cotidianos, hasta que un buen día el póster gigante con la figura de Eric Cantona que tiene en su habitación cobra vida y comienza a darle consejos en forma de proverbios futbolísticos. La película nos lleva por caminos inusuales y cuando parece decantarse en un lugar común nos sorprende con un giro del que se nos hace difícil pensar como va a salir nuestro protagonista y la resolución no deja de ser maravillosa aunque a mi modesto entender ese tipo de finales solo pueden darse en sociedades como la inglesa y con hampones ingleses.
Para los futboleros les comento que poco tiene de fútbol la película, aunque hay 2 o 3 goles del “Rey” Cantona que son para enmarcar en un cuadrito y les recomiendo que vena los títulos porque hay una perlita al comienzo de los mismos.
En cuanto al francés esta no es ni por asomo la primera intervención del astro en la gran pantalla y si bien como actor fue un eximio jugador en general sus actuaciones fílmicas están por sobre la media y les recomiendo para constatar lo que digo La fortuna de vivir (1999) película francesa donde Cantona encarna a un boxeador. De Loach lo único que puedo decir es que si tienen tiempo, ganas y si bancan las historias con violencia vean El viento que acaricia el prado (2006)
Listo niños y niñas eso es todo por hoy
Publicado en Avellaneda virtual en el numero de Junio
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